Gabriel García Márquez D.E.P.
(Aracataca, 1927 – México D.F. 2014)
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Los
amantes de literatura despedimos hoy con tristeza al más grande escritor en
lengua española desde Miguel de Cervantes. La afirmación parece exagerada e
irreflexiva, pero basta haber leído y saboreado durante años su extraordinaria
obra narrativa para saber cuánta razón encierra esta aseveración. Quienes no
tardamos en reconocer en la obra de Gabo la pluma más lúcida, la narrativa más
extraordinaria… y la lengua española más hermosa desde el autor de el Quijote, lamentamos que nos haya dejado
un escritor irrepetible.
En
la escuela oí por primera vez hablar de Cien
años de soledad. Recuerdo haber leído fragmentos de la novela en las clases
de lengua y literatura españolas, pero no fue hasta mucho tiempo después cuando
leí por primera vez esta obra ingente, fabulosa y ciertamente inaprehensible en
su riqueza y magnificencia. A partir de aquí emprendí un maravilloso viaje por
el universo de Gabriel García Márquez, por Macondo y los extraordinarios
personajes que pueblan La hojarasca, La
mala hora o Crónica de una muerte
anunciada, que tomé prestada de la biblioteca de mi padre, donde había
permanecido silente esperando a que yo creciera como lector y persona para ser
capaz de disfrutar plenamente de cada una de sus páginas. La fabulosa Del amor y otros demonios o El coronel no tiene quien le escriba, completan
un ramillete de novelas estupendas, líricas, vitales, pobladas de personajes de
carne y hueso, en ocasiones etéreos, fabulosos y oníricos. Son también
inolvidables y conmovedores Relato de un
náufrago, La increíble y triste historia de la cándida Eréndira y de su abuela
desalmada y Doce cuentos peregrinos.
Supimos más de la vida de Gabo gracias a su espléndida y reveladora autobiografía
Vivir para contarla y quisimos ver en
el protagonista de Memorias de mis putas
tristes al propio Gabo anciano, maduro e inconmensurable, en su homenaje a La casa de las bellas durmientes, de
Kuwabata.
Pero
sin lugar a duda mi novela favorita, la más bella prosa española de los últimos
siglos, la historia de amor más conmovedora de la literatura universal (basada en la verídica historia de sus padres) es El amor en los tiempos del cólera, que
ya comenté en este blog (28/11/2008). Aparte de una historia hermosa con una
prosa perfecta, limpia y redonda, esta novela es para mí, escritor aficionado y
devoto de García Márquez y su reconocido maestro William Faulkner, un motivo
imperecedero de inspiración, un ejemplo de escritura en tantos y tantos aspectos…
una lectura imprescindible sin la que muy probablemente habría perdido el
interés por la escritura; por llegar algún día a componer siquiera media frase
de la belleza y el lirismo de este escritor único.
Gabriel
García Márquez mostró al mundo, más que nadie, la realidad de Hispanoamérica
(eso le es bien reconocido desde México a Tierra de Fuego), la situó en el mapa.
Pero también logró dignificar y elevar a la más alta categoría nuestra hermosa
lengua (eso se lo reconocemos en España, pues lo sentimos nuestro), junto a esos
grandes maestros, imperecederos en sus obras (Cervantes, Galdós, Baroja, Unamuno,
Delibes, Vargas Llosa…), de los que nos enorgullecemos por haber hecho grande
la literatura en lengua española. Gracias, Gabo.
A.G.