Presentación

La pintura de la voz (palabras con que el filósofo y escritor francés François-Marie Arouet, más conocido como Voltaire, calificó el arte de la escritura) nace con la pretensión de ser un lugar de intercambio de opiniones sobre literatura.
Cuando el tiempo me lo permita, iré publicando noticias interesantes del mundo literario, comentarios de libros que he leído recientemente, de mis obras favoritas, etc
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lunes, 16 de junio de 2014

Lecturas recientes: Pacto de sangre


Pacto de sangre (1943)
James M. Cain

Asesinato y sexo se entremezclan en este thriller duro, al más puro estilo de la novela negra de los años 30 y 40.

Walter Huff es un vendedor de seguros de 34 años de edad que vive en Los Ángeles. Cuando llama a la puerta del opulento H.S. Nirdlinger para asegurarse la renovación de su seguro de automóvil, poco sospecha que de inmediato quedará abrumado por la belleza voluptuosa de Phyllis, la segunda esposa del rico ejecutivo. La sra. Nirdlinger finge inicialmente desconocer el asunto y logra así manipular a Walter, que acaba firmando una póliza a nombre de su marido, sin que éste lo sepa; una práctica prohibida. Walter descubre las pretensiones de la mujer y sabe lo que debería hacer, pero ella resulta ser demasiado seductora para hacer prevalecer lo que le dicta la razón. Walter acaba convirtiéndose en la víctima de una femme fatale persuasiva, atrapado en una telaraña de ambición y deseo.

Walter y Phyllis urden, en efecto, un plan para asesinar a Nirdlinger, librarse de su cuerpo y representar su muerte en la vía del tren. Puesto que los accidentes de tren eran estadísticamente insignificantes, las compañías de seguros de la época pagaban una indemnización doble de 50.000 dólares, que equivaldrían a más de tres cuartos de millón de hoy en día. (Tengamos en cuenta que no en vano la novela se titula originalmente Double Indemity.) Walter ha llevado en el negocio el tiempo suficiente para saber lo que supone un asesinato. También sabe que hay varias claves para lograr el éxito, y la única que los aficionados siempre olvidan es la audacia. Precisamente parte de la audacia es concebir un accidente de tren, puesto que la compañía de seguros sabe que ésta es una forma nada habitual de suicidarse. Es un buen plan. Walter cree que es capaz de diseñar una cabriola casi perfecta y accede a participar sólo porque recibirá la mitad del dinero. La pareja adúltera comete el crimen casi perfecto. Sin embargo, la conspiración no se resuelve exactamente como Walter había ideado y su crimen llevará a los amantes a complicada trama en que la culpa, la sospecha y la traición se entretejen hasta el final. En efecto, la compañía de seguros no tiene la intención de pagar. Su jefe se resiste a creer la causa supuesta de la muerte de Nirdlinger tal como es contada en los periódicos: una caída del vagón. Afirma que no puede ser un suicidio, tiene que ser un asesinato, si bien reconoce que es más fácil intuirlo que probarlo.

Walter y Phyllis acuerdan evitarse durante un tiempo para no levantar sospechas de su implicación en la muerte del sr. Nirdlinger. Durante este tiempo, Walter se enamora de la hija de Nirdlinger, Lola, hijastra de Phyllis. Ella le revela que Phyllis, antaño enfermera, fue responsable de las muertes de la primera esposa de su padre y de tres pacientes que tenía a su cuidado. Poco a poco, Walter reconoce que su relación con Phyllis es más peligrosa de lo que él pensaba. Así pues, decide librarse de ella… Pero no seré yo quien revele como logra Cain atar todos los cabos.

Cain había escrito un serial de ocho partes para la revista Liberty en 1936, gracias a la reelaboración de material de El cartero siempre llama dos veces y su propia experiencia juvenil como vendedor de seguros. Es a partir de ahí de donde nace la novela y, sobre todo, de un crimen real que conmocionó a la opinión pública norteamericana en 1927. Los amantes Judd Grey y Ruth Brown Snyder conspiraron para asesinar al marido de ella, Albert Snyder, y embolsarse la suculenta indemnización de su seguro de vida.

Cain utiliza en Pacto de sangre la misma técnica que exhibió en El cartero siempre llama dos veces. Sirviéndose de una hábil y mordaz narración en primera persona, nos cuenta una historia de amor y asesinato desde el punto de vista de un amante y asesino, con intensidad y mediante una celeridad y economía de palabras que crean una atmósfera de suspense y tensión.

Pacto de sangre es una novela impresionante. Quizá carezca del fragor de El cartero siempre llama dos veces, si bien, excepto por la maligna Phyllis, es bastante más creíble en muchos aspectos. El diálogo es excelente y aunque la historia es oscura, pues no hay casi nadie bueno en el mundo profundamente cínico en que viven los personajes, su lectura es francamente placentera.

La obra fue adaptada a la pequeña pantalla por Raymond Chandler y dirigida por Billy Wilder en 1944. Fue protagonizada por Barbara Stanwyck & Fred MacMurray y no tardó en ser reconocida como una de las obras maestros del cine negro.

A.G.

viernes, 6 de junio de 2014

Lecturas recientes: El día más largo


El día más largo (1959)
Cornelius Ryan

He querido aprovechar la celebración del 70º aniversario del Día D, una de las fechas más importantes de la historia de la humanidad –el comienzo del fin del terror nazi y, no lo olvidemos, el primer paso en la veloz carrera que llevó a la Guerra Fría–, para comentar uno de los estudios más rigurosos que se han hecho respecto a la denominada Operación Overlord.

Es ésta una obra maestra de la historia militar, pues relata meticulosamente el primer día de la invasión aliada de Normandía; la épica batalla –junto con las horas previas y posteriores– que cambiaría definitivamente el rumbo del la guerra y conduciría a la liberación de Europa del yugo nazi. Pero esta obra es también una historia de personas que a veces es contada como una novela; el relato del coraje y el heroísmo, la gloria y tragedia de los miles de hombres que tomaron parte en esta decisiva batalla. De hecho, está basada en entrevistas con participantes en la operación, entre los se incluyen oficiales aliados y alemanes, además de civiles. Los investigadores pasaron casi tres años localizando a supervivientes del Día D y se realizaron más de tres mil entrevistas en Estados Unidos, Canadá, Gran Bretaña, Francia y Alemania. En la fecha de publicación de la obra, tan sólo quince años después del Día D, la mayor parte de los veteranos que habían sobrevivido a la guerra seguían vivos y recordaban vivamente los acontecimientos de aquel día inolvidable.

El libro toma su nombre del comentario hecho por Erwin Rommel a su ayuda Helmut Lang el 22 de abril de 1944: “las primeras veinticuatro horas de la invasión serán decisivas… el destino de Alemania depende del desenlace… para los Aliados, al igual que para Alemania, será el día más largo”.

La obra se inicia en el pueblo de La Roche-Guyon, que es referido como la población más ocupada de la ocupada Francia. De hecho, para cada uno de sus 543 habitantes había más de tres soldados alemanes en el pueblo y sus alrededores. El Mariscal de Campo Erwin Rommel tenía su cuartel general en el castillo del pueblo, que en otro tiempo había pertenecido al duque de La Rochefoucauld.

Para llevar a cabo la Operación Overlord, los Aliados reunieron casi cinco mil barcos de todo tipo y tamaño. Detrás de los primeros miles de hombres aguardaban 200.000 soldados con sus armas y miles de tanques, piezas de artillería y todo tipo de vehículos, además de otros tres millones de hombres que esperaban su turno en las Islas Británicas.

La obra consta de tres partes. La primera, La espera, describe los preparativos aliados en Gran Bretaña, cómo se reunió la armada y el proceso de embarque. Ryan también describe el tiempo horroroso que azotó el Canal de la Mancha durante la primera semana de junio. En una secuencia llena de tensión, el autor describe el mal tiempo que obligó al general Dwight D. Eisenhower a posponer veinticuatro horas el desembarco previsto para el lunes, 5 de junio de 1944, a la espera de que los meteorólogos le dieran una previsión definitiva. Esta sección también cuenta el nombramiento del Zorro del Desierto como oficial al mando del Grupo B del ejército alemán, encargado de la defensa del Muro del Atlántico de Hitler.

La segunda parte, La noche, narra los decisivos acontecimientos de la noche del 5 al 6 de junio, con el aterrizaje en el flanco oeste de la invasión aérea de las Divisiones Aerotransportadas Americanas 82ª y 101ª, y la División Aerotransportada británica 6ª cerca del río Orne, en el flanco este. Ryan describe la horrible confusión experimentada por las tropas aliadas y alemanas cuando aterrizaron los paracaidistas. Las divisiones americanas se dispersaron por la península de Cotentin y los inexpertos pilotos americanos de los C-47 condujeron sus aviones al interior de las espesas nubes que cubrían Normandía para encontrarse con el intenso fuego alemán.

A medida que la noche dio paso al día y el libro llega a la tercera parte, El día, los paracaidistas aseguraron los flancos de las cinco playas que constituían el área de la invasión. Poco tiempo después del amanecer, los defensores alemanes hubieron de enfrentarse, ante su sorpresa, a la terrorífica visión de la flota de invasión. Enterrados en refugios subterráneos, baterías antiaéreas y nidos de ametralladoras, miles de alemanes sometieron a los invasores a un bombardeo intenso, aunque no tan efectivo como hubieran deseado,. Estupefactos y sorprendidos, los alemanes plantaron dura batalla a los exhaustos pero batalladores soldados de la fuerza de invasión aliada a medida que estos desembarcaban en las playas de Utah, Omaha, Gold, Juno y Sword.

Fue en la Playa de Omaha donde se produjo el más encarnizado enfrentamiento. La historia nos dice que los americanos, con la ayuda del fuego naval y los esfuerzos de batallón de los Rangers, consiguieron tomar la playa, tal como ocurriría con los otros lugares de desembarco. Ryan relata también las batallas ocurridas en las otras playas, concediendo a los Aliados y los Alemanes una proporción similar de su narrativa, para proporcionar al lector un relato justo y equilibrado del Día D.

El libro incluye también una lista de bajas y una lista de colaboradores con sus respectivos detalles de servicio en el día de la invasión y sus ocupaciones en el momento en que fue publicado el libro.

El día más largo fue un indudable éxito de ventas, en parte porque el Día D fue de una importancia histórica vital, pero sobre todo porque Cornelius Ryan centra su interés en el aspecto humano de la historia, más que en el estrictamente militar. El 6 de junio de 1965, Cornelius Ryan publicó un artículo titulado “Más del día más largo” en el Reader’s Digest, a modo de suplemento.

La novela ha sido reeditada varias veces desde su publicación, junto con otras obras de Ryan sobre la Segunda Guerra Mundial (La última batalla y Un puente demasiado lejano, de 1966 y 1974 respectivamente.

El libro fue adaptado al cine por el productor Darryl F. Zanuck en 1962. La cinta fue filmada en Francia y costó 10 millones de dólares. Fue la película en blanco y negro más cara de la historia hasta que Steven Spielberg filmó La lista de Schindler, en 1993.

A.G.

domingo, 1 de junio de 2014

Lecturas recientes: Hijo nativo


Hijo Nativo (1940)
Richard Wright

Bigger Thomas es un negro pobre y sin estudios de veinte años de edad que vive en el Chicago de los años 30. Criado en el clima de profundo prejuicio racial de la época, Bigger está convencido de que no tiene control alguno sobre su vida y no puede aspirar a nada sino a trabajos no especializados y mal pagados. Es un tipo inteligente, pero a diferencia de su hermana y su madre, no desea aceptar la religión en su vida como modo de sobrevivir a la miseria de su existencia. Su madre le insiste en que acepte un trabajo en casa de un hombre rico llamado Dalton, pero él prefiere planear con sus amigos el robo a la tienda de un hombre blanco. Bigger y su panda han robado en muchos negocios regentados por negros, pero nunca han intentado robar a un blanco. Bigger no ve a los blancos como individuos, sino como una fuerza opresora natural. Su miedo al enfrentamiento le supera, pero en vez de admitir su temor, ataca violentamente a un miembro de su banda para sabotear el robo. A Bigger no le queda entonces más opción que aceptar un trabajo como chófer de los Dalton.

El señor Dalton tiene una importante participación de la empresa que posee el edificio en el que vive la familia de Bigger. El señor Dalton y otros ricos propietarios están robando a los pobres inquilinos negros del South Side de Chicago. De hecho, se niegan a permitir que los negros alquilen pisos en los barrios de mayoría blanca, lo cual lleva a una superpoblación y unos alquileres artificialmente altos en el South Side, de mayoría negra. El sr. Dalton se ve, sin embargo, como un benévolo filántropo, puesto que dona dinero a escuelas de negros y ofrece trabajo a los jóvenes negros como Bigger. El sr. Dalton practica su simbólica filantropía para aliviar su culpa por explotar a los negros.

Mary, la hija del sr. Dalton, atemoriza y enfada a Bigger al ignorar los tabúes sociales que gobiernan las relaciones entre las mujeres blancas y los hombres negros. En su primer día de trabajo, Bigger lleva en coche a Mary para encontrarse con Jan, su novio comunista. Deseoso de demostrar sus ideales progresistas y la tolerancia racial, Mary y Jan obligan a Bigger a llevarlos a un restaurante del South Side. A pesar del embarazo inicial de Bigger, piden bebidas y con el paso de los minutos, los tres se emborrachan. Bigger los lleva en coche por la ciudad. De vuelta a casa, Mary está demasiado borracha para subir sola a su habitación, por lo que Bigger le ayuda a subir las escaleras. Borracho y excitado por su inesperado proximidad a una joven blanca, Bigger comienza a besar a Mary. Justo cuando Bigger pone a Mary en la cama, la madre ciega de Mary entra en la habitación. Aunque no puede ver, su presencia fantasmagórica asusta a Bigger, que teme que Mary pueda revelar su presencia. Así pues, le cubre la cara con una almohada y la asfixia accidentalmente hasta matarla. Sin saber que Mary ha sido asesinada, la sra. Dalton vuelve a su habitación. Bigger intenta ocultar su crimen quemando el cuerpo de Mary en la caldera de los Dalton. Decide intentar servirse del prejuicio de los Dalton contra los comunistas para implicar a Jan en la desaparición de Mary. Bigger cree que los Dalton asumirán que Jan es peligroso y que pudo haber secuestrado a su hija por razones políticas. Bigger trata de eludir la sospecha jugando el papel de un siervo negro tímido e ignorante que sería incapaz de cometer tal acto.

La novia de Bigger, Bessie, hace un comentario de pasada que le da a Bigger la idea de pedir un rescate a los Dalton. Bigger escribe una carta haciendo uso del odio que los Dalton sienten por los comunistas y la firma con el nombre de ”Rojo”. También obliga a Bessie a tomar parte en el plan, pero entonces encuentran los huesos de Mary en la caldera, y Bigger se ve obligado a huir y refugiarse con Bessie en un edificio abandonado. Bigger viola a Bessie y, temiendo que ella pueda dejarlo, la golpea con un ladrillo, después de que se ha quedado dormida, hasta matarla.

Tras una persecución asfixiante, Bigger es capturado. La opinión pública determina su culpabilidad y castigo antes siquiera de que empiece el juicio. El furioso populacho da por sentado que violó a Mary antes de matarla y quemó su cuerpo para esconder la evidencia de la violación. Además, las autoridades y el pueblo blanco utilizan el crimen de Bigger como una excusa para aterrorizar a todo el South Side. Jan visita a Bigger en la cárcel y le dice que entiende cómo asustó, enfadó y hasta avergonzó a Bigger mediante su violación de los tabúes que rigen las tensas relaciones sociales. Jan encomienda a su amigo Boris A. Max la defensa gratuita de Bigger. Él y su abogado hablan a Bigger como un ser humano, y Bigger comienza a ver a los blancos como individuos y a sí mismo como su igual.

Max trata de salvar a Bigger de la pena de muerte, alegando que aunque su cliente es responsable de su crimen, es esencial reconocer que es un producto del medio en que vive. Parte de la culpa de los crímenes de Bigger pertenece a la existencia temerosa y desesperada que ha vivido desde que nació en una sociedad racista. Max advierte que habrá más hombres como Bigger si América no pone fin al círculo vicioso de odio y venganza. A pesar de los argumentos de Max, Bigger is condenado la pena de muerte, que afronta con dignidad. Logra que su noticia sea conocida, lo cual los eleva, tanto a él como a su historia, a un tono verdaderamente trágico. En una descorazonadora conclusión, Bigger entiende que su vida ha sido malgastada. También llega a aceptar el hecho de que hay más hombres como él, y que el sistema seguirá produciendo hombres jóvenes que jamás alcanzarán su máximo potencial, pues la sociedad no los ve sino como una carga desechable.

Aunque Bigger no es en modo alguno un héroe tradicional, Wright obliga al lector a introducirse en la mente de Bigger y entender los efectos devastadores de las codiciones sociales en las que se ha criado. Bigger no nació como un criminal violento. Es un “hijo nativo”, un producto de la cultura americana y la violencia y el racismo que la invade.

Hijo nativo aborda temas de enorme interés. En primer lugar, podemos señalar la relación entre la ceguera y la arrogancia, que se entretejen del mismo modo que las historias del Edipo Rey, de Sófocles. El increíble orgullo y la indignación de Bigger a menudo le ciegan, le impiden ver la realidad; del mismo modo que la riqueza y la complacencia se manifiestan en la ceguera física de la sra. Dalton. Tanto los ciegos Dalton como la ciega y enojada muchedumbre de la sala de juicios sirven como ejemplos del racismo americano. Del mismo modo que Bigger es ciego a su potencial, la América blanca es ciegamente inconsciente de los sufrimientos del racismo y la pobreza.

Otro tema esencial es la identidad, que es desarrollado en el Libro Tres principalmente en las escenas en que Bigger se prepara para afrontar su muerte en la silla eléctrica. En estos momentos finales Bigger debe luchar para reconciliarse con lo que ha hecho y con la persona en que se ha convertido. En este sentido, la crisis de identidad de Bigger es sobre todo una lucha para separar sus propias impresiones de las proyecciones de la sociedad racista que lo rodea. Además, tras su rechazo de la religión, Bigger tiene la carga existencial de buscar el significado de la vida sin el tradicional apoyo ofrecido por la Iglesia u otras estructuras sociales.

Otro tema, quizá menos importante, que hallamos en la novela es el de la locura, desarrollado en los Libros Dos y Tres. Después de que Bigger mata a Mary Dalton, su mente se dispara y, a la vez que su enojo atizado por su ego, también teme que está perdiendo el control de su mente. Mientras huye de las autoridades, tiene la esperanza de que poder estar huyendo de su locura, de su falta de control sobre su vida. Cuando mata a Bessie, también tiene la falsa esperanza de que esta acción remplace el asesinato accidental de Mary, puesto que es intencionado; y espera que este aspecto “intencionado” del acto lo devuelva al control de su mente. Sin embargo, el segundo asesinato no hace si acrecentar la locura que ya lo domina.

En estrecha relación con el tema de la locura, nos encontramos el de la huida psicológica, que aparece a lo largo de toda la obra. Muchas de las ideas morales y políticas de Wright, derivadas de su ideología comunista, no lograron jamás la aceptación común entre sus lectores mayoritariamente norteamericanos. Mientras Wright traza distinciones superficiales entre Bessie y Ma, la madre de Bigger, su filosofía reduce tanto el alcoholismo de Bessie como la ardiente religión de Ma a “huidas” de la realidad.

Hijo nativo es un libro cruel, cautivador e inolvidable. A mi juicio es, además, imprescindible para comprender la realidad norteamericana y para desentrañar la intangible complejidad del ser humano, de sus miserias y grandezas, sus vicios y sentimientos. Junto a El hombre invisible, que también reseñamos aquí, la grandiosa novela de Richard Wright supone una contribución singular al vano intento humano de racionalizar la complejidad de la lucha por la igualdad racial que, por desgracia, no ha terminado aún en nuestros días. Por todo ello, recomiendo encarecidamente la lectura de esta novela. 

Richard Wright alcanzó la fama como escritor gracias a Hijo nativo, su primera novela. Aunque escribió muchas otras obras, tanto de ficción como de no ficción, a su muerte en 1960 gran parte de sus obituarios se refirieron a él como el autor de esta única novela.

A.G.