Presentación

La pintura de la voz (palabras con que el filósofo y escritor francés François-Marie Arouet, más conocido como Voltaire, calificó el arte de la escritura) nace con la pretensión de ser un lugar de intercambio de opiniones sobre literatura.
Cuando el tiempo me lo permita, iré publicando noticias interesantes del mundo literario, comentarios de libros que he leído recientemente, de mis obras favoritas, etc
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viernes, 25 de mayo de 2012

Lecturas recientes: Una bendición


Una bendición (2008)
Toni Morrison

Una historia de madres e hijas, Una bendición aborda el arduo asunto de la esclavitud en los años de la América colonial del siglo XVII, a la vez que examina las diversas prácticas religiosas de la época y la relación entre hombres y mujeres, que con demasiada frecuencia terminaba en la victimización femenina.

Florens, una esclava nacida en América de madre africana, vive y trabaja en la granja de Jacob Vaark, mientras Lina, una Americana nativa compañera de trabajo, se sirve de una narración paralela para relatar cómo ella fue una de los pocos supervivientes de la plaga de viruela que destruyó su tribu. La esposa de Vaark, Rebekkah, cuenta su viaje de Inglaterra al Nuevo Mundo para casarse con un hombre al que jamás ha visto. La muerte de los hijos que nacen de su matrimonio la hunden en una profunda triste. Vaark decide entonces aceptar a la joven Florens de un deudor, el propietario de una brutal colonia esclavista portuguesa en Angola, con la esperanza de que su llegada ala granja ayude a aliviar la soledad de su mujer. Gracias a aun acto de bendición, Florens pasa a formar parte del hogar de los Vaark, que incluye diversos personajes, cada uno de los cuales goza también de una voz narrativa en la historia. Las voces se combinan hasta formar una narración que permite al lector ver la historia de estos personajes, al mismo tiempo que sus circunstancias presentes.

Cuando la amenaza de la viruela amenaza a la propia Rebekkah, Florens, que ya tiene dieciséis años, es enviada a buscar a un negro liberado que posee un cierto conocimiento del uso de hierbas medicinales. Su peligroso viaje, que resulta ser tanto literal como figurado, se convierte en el punto de ser el punto de inflexión de su vida.

En Una bendición vemos la vida a través de los ojos de gente física y emocionalmente abandonada, de huérfanos que habitan un mundo donde no hay libertad ni tolerancia religiosa. Las leyes no están aún definidas y, por tanto, cualquier cosa o cualquier persona están en venta. En este mundo indeciso, en medio de las tierras tórridas de Maryland y Virginia (colonias que, irónicamente, reciben su nombre de mujeres, pero que son inclementes y crueles con las mujeres que llegan a sus costas) se mueven tanto europeos que buscan la tierra prometida, una riqueza sin límites o simplemente escapar, y nativos que viven un auténtico apocalipsis… sirvientes y esclavos de Europa y África atados a instituciones bárbaras.

Además de la libertad y la esclavitud, Toni Morrison presenta temas bíblicos, tales como la encarnación de América en el del Jardín del Edén y la Tierra Prometida, en tanto precursores del concepto posterior del “Sueño Americano”. También aborda la proyección en el Nuevo Mundo de la intolerancia religiosa del Viejo Mundo, lo cual le permite explorar el mito de América como la tierra de la libertad religiosa. El amor también está presente, por supuesto, en las diversas relaciones que se establecen a lo largo de la novela: entre madre e hijo, entre marido y mujer, entre dos hombres, y entre amantes.

A.G.

viernes, 4 de mayo de 2012

Lecturas recientes: Miguel Strogoff


Miguel Strogoff (1876)
Jules Verne

Una novela de aventuras, y de algo más: de exaltación de valores, y entre ellos uno de los que debería ser más apreciado en nuestro mundo moderno, dominado por el egoísmo: la fidelidad. La fidelidad a los ideales, a la Patria, al señor, a la familia, a los amigos.

Miguel Strogoff es una obra sublime a la que uno se acerca en la adolescencia, o incluso anes gracias a aquellas deliciosas ediciones en cómic de Joyas Literarias Juveniles, publicadas por la Editorial Bruguera (Miguel Strogoff apareció en 1971 y fue la primera novela de las 269 que compusieron dicha serie), y a la que vuelve, irremediablemente, tiempo después apra descubrir que no ha pasado el tiempo por ella; para encontrar nuevos matices y maravillarse de la hermosa carga sentimental que contiene.

Historia de buenos, muy buenos, y malos, pero que muy malos, la obra de Julio Verne (utilizaré la versión castellana del nombre, que es como lo hemos conocido siempre) nos traslada a la Rusia de los zares, amenazada por los tártaros que lideran Feofar Khan, emir de Bujara, y el traidor Ivan Ogareff. El Zar es informado de que los rebeldes han cortado la línea telegráfica y decide enviarle un mensaje a su hermano, el Gran Duque, avisándole de la amenaza tártara. El hombre al que se encomienda dicha misión suicida no es otro sino Miguel Strogoff, el capitán del grupo de correos del Zar. Él será quien deba recorrer los más de 5500 kilómetros que lo separan de Irkutsk, a través del territorio dominado por el enemigo, que destruye todo signo de civilización que encuentra a su paso. En su recorrido conoce a Nadia, una bella joven que también viaja a Irkutsk con el fin de reunirse con su padre. Miguel la ayuda, haciéndose pasar por su hermano, y juntos viven mil y una peripecias, incluida su captura por los tártaros, que ciegan a Miguel Strogoff, o el encuentro con el ruso Nicolás, que los lleva en su carreta, hasta llegar a Irkutsk, donde se les ha adelantado Ogareff, haciéndose pasar por el correo del Zar. El traidor, valiéndose de su fingida condición, se gana la confianza del Gran Duque, pero cuando está a punto de abrirles las puertas a los tártaros que asedian la ciudad, Miguel Strogoff, con la ayuda de Nadia, entra en la ciudad y lo mata. Justo a tiempo llegan a Irkutsk las tropas zaristas y liberan la ciudad del asedio.

Las últimas páginas de la novela son bellísimas: el reencuentro de Nadia con su padre, la revelación de Miguel Strogoff de que en realidad no estaba ciego, el reencuentro con su madre, Marfia, y el regreso a la corte, después de rendir merecido homenaje a Nicolás, que fue capturado y asesinado por los tártaros, y, como momento culminante de la historia, su mutua declaración de amor.

Con Miguel Strogoff, Julio Verne se aleja de su género favorito, la ciencia-ficción, y podemos afirmar, no sólo que se maneja a la perfección con esta nueva temática, sino que la eleva a una categoría sublime. No se puede tratar un asunto como el que aborda Verne con más acierto. Por ello, me ha parecido imprescindible incluir esta joya en la serie que he bautizado Novelas de aventuras imprescindibles. Sé que el joven de hoy, seducido por la tecnología en sus diferentes (y, a veces perversas formas) y acostumbrado a las actividades de ocio pasivas, no suele mostrarse demasiado inclinado a la lectura voluntaria de una novela de varios cientos de páginas. Craso error. La tarea de todos nosotros (padres, educadores… y lectores) es animarles a introducirse en el maravilloso mundo de la literatura, y nada mejor, aunque en principio el tema no pueda resultarle a un joven muy seductor, que la lectura de esta joya de la literatura universal.

A.G.