Presentación

La pintura de la voz (palabras con que el filósofo y escritor francés François-Marie Arouet, más conocido como Voltaire, calificó el arte de la escritura) nace con la pretensión de ser un lugar de intercambio de opiniones sobre literatura.
Cuando el tiempo me lo permita, iré publicando noticias interesantes del mundo literario, comentarios de libros que he leído recientemente, de mis obras favoritas, etc
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jueves, 27 de febrero de 2014

Lecturas recientes: Al este del Edén


Al este del Edén (1952)
John Steinbeck

Dos hombres con sus respectivas familias se establecen en el Valle de Salinas. A Samuel Hamilton le acompaña su esposa desde su Irlanda natal. Los Hamilton se convertirán en una familia prominente en el valle. El otro hombre, Adam Trask, llega acompañado de su mujer, Cathy, que está embarazada. Antes vivía en una granja de Connecticut con su hermanastro Charles. Ambos son hijos de Cyrus, un hombre con un pasado dudoso, tas cuya muerte heredan los hermanos un patrimonio inesperado, probablemente robado durante el tiempo en que trabajó de administrador para el Ejército de EEUU. Charles y Adam no han conseguido llevarse bien a pesar de la fortuna que han heredado. Charles está disgustado con el matrimonio de su hermano con Cathy, a quien encontraron un día media muerta a la puerta de su rancho. Cathy, en un tiempo prostituta, había matado a sus padres y robado su dinero. Aunque Charles desprecia a Cathy, la permite entran en su cama después de que ésta haya drogado a Adam en su noche de bodas.

Una vez han llegado a California, Cathy intenta sin éxito abortar para evitar cualquier nexo de unión con su marido. Finalmente da a luz a dos gemelos, Aron y Caleb (Cal). Cathy no se preocupa por ellos y aprovecha la primera oportunidad para marcharse de la casa, no sin antes disparar a Adam.

Cathy se establece en Salinas, dispuesta a retomar su vida como prostituta. En el burdel se gana la confianza de la dueña, Faye, y no para hasta envenenarla. Hace creer a los médicos y las otras prostitutas que ha fallecido de muerte natural. Cathy asume entonces el control del burdel y comienza a sobornar a los hombres ricos de la región con fotografías que los muestran realizando actos sexuales sadomasoquistas con ella y sus prostitutas. Para proteger a Adam y sus dos gemelos, ni Samuel Hamilton ni su criado, el sabio chino Lee, les cuentan que su madre trabaja en un burdel.

A medida que van creciendo, los gemelos manifiestan sus distintas personalidades. Aron comparte el buen corazón de su padre, mientras Cal exhibe la crueldad y tendencia a la manipulación de su madre. Durante la adolescencia, sin embargo, Cal lucha denodadamente contra su lado oscuro y ruega a Dios que le haga más como Aron. Adam, mientras tanto, permanece instalado en la melancolía y apático durante años después de la marcha de Cathy. Para librar a Adam de su desánimo, Samuel finalmente le dice la verdad acerca de Cathy. Samuel muere poco tiempo después.

Tras el funeral de Samuel, Adam visita a Cathy en el burdel. Su cuerpo deteriorado y su habla cínica y vulgar hacen que Adam se dé cuenta de que puede olvidarla y mirar hacia adelante, puesto que ella es una criatura repugnante que se ha convertido en alguien irrelevante en su vida. Cathy, sin embargo, está desesperada por retener su poder su Adam. Incluso se ofrece a tener sexo con él para retenerlo en el burdel y demostrar que ya no es mejor que ella. Adam se niega y la deja con una sonrisa.

Después de su triunfo sobre Cathy, Adam se convierte un padre más alegre y comprometido con sus hijos. Adam decide que la familia deje el rancho y se trasladan a la ciudad de Salinas, de tal forma que Aron y Cal puedan ir a la escuela. Aron comienza una relación con Abra, la hija de un corrupto supervisor del condado. Cal continúa luchando con su lado oscuro, y cuando finalmente descubre la verdad acerca de su madre, cree que el mal se le ha transmitido a él mismo. Pero Lee, que ha investigado la historia bíblica de Caín y Abel, le hace saber a Cal que Dios pretende que cada individuo elija su propio destino moral más que esté constreñido por el legado de sus padres. Esta idea, encapsulada en el término hebreo timshel, que significa tú puedes, contrarresta la idea fatalista de Cal de que ha heredado el mal y el pecado de su madre.

Aron se retira gradualmente al fervor religioso para protegerse de la corrupción del mundo. Adam, mientras tanto, dilapida la fortuna familiar en una intrépida aventura financiera relacionada con el envío de verduras congeladas. Aron termina la escuela secundaria y se marcha a la Universidad de Stanford. Adam echa de menos a Aron, al que considera más inteligente y ambicioso que Cal. Mientras tanto, Cal, en colaboración con Will Hamilton, uno de los hijos de Samuel, trabaja en secreto para recuperar la fortuna de su padre. Cal también espera hacer el suficiente dinero para pagar la universidad de Aron.

Aron, que no es feliz en Stanford, regresa a Salinas en Acción de Gracias. Adam está entusiasmado con el regreso de Aran, pero consternado por el regalo de Cal, que ha hecho miles de dólares gracias a un negocio de dudosa ética. Adam considera ese dinero deshonesto y le dice a Cal que se lo devuelva a los granjeros a los que se los robó. Furioso y celoso de la obvia preferencia que siente Adam por Aron, Cal pierde el control y le cuenta a Aron la verdad acerca de su madre. Cal lleva a Aron al burdel para mostrarle que Cathy está aún viva. La revelación machaca al frágil Aron, que huye despavorido. El día siguiente se alista en el ejército, mientras Cathy, horrorizada por la reacción de su hijo con ella, se suicida ingiriendo una alta dosis de morfina. En su testamento lega toda su fortuna –parte de ella heredada de Charles, y parte ganada mediante el soborno y la prostitución– a Aron.

Cuando Adam descubre que Aron se ha alistado, entra en un estado de shock. Lee le habla a Cal de la idea de timshel y le recuerda que, a pesar de su culpa, es un ser humano como los demás, con sus imperfecciones, y no una encarnación del mal. Cal se siente mejor y es capaz de comenzar una relación con Abra, que ya no está enamorada de Aron.

Pero la familia recibe un telegrama que informa de que Aron ha muerto en el campo de batalla. Adam sufre un ataque al enterarse y Lee lleva a Abra y Cal a ver a Adam en su lecho de muerte. Lee informa a Adam de que Cal, abatido por la culpa, le habló a Aron de su madre sólo porque Cal estaba convencido de que su padre amaba a Aron más que a él. Lee le pide a Adam que ofrezca su bendición a Cal. Momentos antes de espirar, Adam levanta la mano y suspira timshel.

Al este del Edén, una épica apasionada y excitante, recrea la historia del Génesis a través de las vidas entrelazadas de los Trask y los Hamilton. El resultado en una saga puramente americana ambientada en la tierra natal de Steinbeck. El Valle de Salinas es un nuevo mundo, idílico y duro, al que canta Steinbeck con una nostalgia personal impregnada por el conocimiento de que este valle es un lugar tanto para la tragedia como el triunfo.

Los Trask y los Hamilton intentan crear unos paraísos personales que puedan soportar los desafíos inevitables de la existencia humana, peleando con la contradicción entre el deseo de someterse a Dios y la tradición y la necesidad humana de autorrealización y logro. No hay que olvidar que buena parte de las raíces de los Estados Unidos se encuentran en Europa. La nueva nación se creó gracias a la absorción del trabajo de inmigrantes de todo el mundo, en especial del viejo continente. Gentes que buscaron en América liberarse de las cadenas del pasado y lograr la ansiada libertad personal.

En este sentido, podemos afirmar que Al este del Edén logra explicar las luchas y anhelos fundamentales de la humanidad. La novela es tremendamente realista e incluso fatalista en su descripción de la habilidad del ser humano por herir a los demás y a uno mismo, a la vez que en la celebración de la perseverancia, el amor duradero y el noble anhelo de ser cada vez mejor. Podemos concebirla, por tanto, como una obra de profundo optimismo sobre la capacidad del ser humano de triunfar sobre la adversidad y determinar su propio destino. Una obra imprescindible para comprender la condición humana y, en un plano menos general, los orígenes de la realidad de ese inmenso país, tan nuevo en algunos aspectos pero tan reconocible para un lector europeo, como es los Estados Unidos de América. Una obra maestra de uno de los más grandes escritores del siglo XX.

A.G.

viernes, 7 de febrero de 2014

Lecturas recientes: El hombre invisible


El hombre invisible (1952)
Ralph Ellison

Ésta es la historia de un joven negro universitario que lucha por sobrevivir y tener éxito en una sociedad racialmente dividida que se niega a verlo como un ser humano; por encontrar su propia identidad y visibilidad en la América blanca. El narrador busca actuar de acuerdo con los valores y esperanzas del grupo social al que pertenece, pero se ve incapaz de reconciliar su papel socialmente impuesto como hombre negro con su concepto interior de identidad, o incluso de comprender su propia identidad interior. Ralph Ellison parece a menudo comulgar con los sentimientos del narrador, que varían desde un amargo cinismo a un obstinado optimismo, desde la angustia por sus sufrimientos al respeto por la lección aprendida de ellos. Aunque Ellison parece introducirse en el libro a través del narrador, con frecuencia retrata a éste como un hombre ciego a las realidades de las relaciones raciales. Destaca su ceguera a través de otros personajes más perspicaces y mediante detalles simbólicos.

La novela traza, pues, el viaje físico y psicológico desde la ciega ignorancia a la consciencia iluminada, a través de una serie de flashbacks en forma de sueños y memorias. Se trata, pues, de un “bildungsroman”, una novela de formación o desarrollo personal, ambientada en los EEUU de la era anterior a los Derechos Humanos. Una época en que las leyes de segregación impedían a los afroamericanos disfrutar de los mismos derechos humanos fundamentales que los blancos.

En el prólogo, el narrador se acuerda de su vida como un “hombre invisible”. Ahora, en los años 40, añora un tiempo en el que era un joven inocente, deseoso de convertirse en orador y educador. El narrador rememora su discurso de graduación de la escuela secundaria, que llamó la atención del superintendente blanco del colegio, quien lo invitó a pronunciar el mismo discurso en un hotel de la ciudad a la élite blanca dirigente. Sin embargo, cuando llega al hotel, el narrador es obligado a participar en una brutal pelea de boxeo (battle royal) con cinco de sus compañeros de clase. El final se le permite al narrador, magullado y sangrando, pronunciar el discurso delante de los blancos borrachos, que lo ignoran olímpicamente hasta que el desgraciado utiliza de forma accidental al expresión “igualdad social” en lugar de “responsabilidad social” para describir el papel de los negros en Estados Unidos. Al final de su discurso el narrador acepta orgulloso su premio: un maletín de cuero que contiene una beca para la universidad estatal de negros. Esa noche el abuelo muerto del narrador se le aparece en un sueño y le ordena abrir el maletín y mirar en su interior. En lugar de la beca, el maletín contiene una nota. Durante los siguientes veinte años de su vida, el narrador no hará sino dar traspiés por la vida. Mas su desdicha comienza, en realidad, en el momento en que es expulsado de la universidad por el decano Bledose, quien le entrega siete cartas de recomendación que son, en realidad, cartas que confirman su expulsión.

A su llegada a Nueva York, el narrador se sorprende de lo que le parece ser una libertad ilimitada para los negros. Pero su emoción no tarda en convertirse en desilusión cuando descubre que el Norte presenta las mismas barreras a los logros de los negros que el Sur. Consciente de que no puede regresar a la universidad, el narrador acepta un trabajo en una fábrica de pintura. Víctima de un accidente laboral, está a punto de morir, y es llevado al hospital, donde es objeto de un extraño experimento por parte de los doctores blancos. Tras su salida del hospital, el narrador encuentra refugio en la casa de Mary Rambo, una generosa mujer negra que le devuelve la salud. El narrador entra entonces a formar parte de la Hermandad, una ponderosa organización que pretende luchar por la justicia y la igualdad para todos los hombres, pero en realidad explota a los negros y los utiliza para promocionar su propia agenda política. El narrador se convierte en un orador consumado, líder del distrito de Harlem. Pero después de la trágica muerte de su amigo Tod Clifton, el narrador acaba desilusionado por la disparidad entre lo que predica la organización y lo que sus líderes practican. Así pues, decide dejar la Hermandad y regresa a Harlem, donde se enfrenta a Ras, quien lo acusa de traicionar a la comunidad negra. El narrador descubre que la comunidad de Harlem ha estallado en violencia, y se deja arrastrar por ella y el caos de las revueltas de Harlem, hasta el punto de participar en el incendio de una casa de vecinos. En su huida de la escena del crimen, dos hombres blancos con bates le persiguen, pero logra escapar. Enfermo y engañado, el narrador sufre terribles pesadillas, de las que finalmente logra huir gracias a la escritura de sus experiencias. Ese ejercicio le permite liberarse del odio y redescubrir su amor por la vida.

Al describir la lucha de toda una vida por establecer un sentido de identidad como hombre negro en una América blanca, Ellison ilustra las poderosas fuerzas sociales y políticas que conspiran para mantener a los afroamericanos “en su lugar”, negándoles el inalienable derecho a la vida, la libertad, y la persecución de la libertad garantizada a todos los norteamericanos. Convencido de que su existencia depende de ganar el apoyo, reconocimiento y aprobación de los blancos, el narrador pasa casi veinte años tratando de establecer su humanidad en una sociedad que se niega a verlo como un ser humano. Al final, se da cuenta de que tiene que crear su propia identidad, que no descansa en la aceptación de los blancos, sino en su propia aceptación del pasado.

Aunque domina la novela, el narrador permanece en cierto sentido oscuro al lector. De hecho, jamás revela su nombre. El narrador es una mera voz, jamás emerge como una presencia externa y cuantificable. La oscuridad enfatiza su estatus de “hombre invisible”. En gran parte de la historia, el narrador es un ser inocente e inexperto, dispuesto siempre a pensar bien de la gente incluso cuando no tiene razones para hacerlo, y es respetuoso con la autoridad. Su inocencia hace que a veces malinterprete acontecimientos importantes de su historia, lo cual hace necesario que el lector transcienda la propia interpretación de los acontecimientos que hace el narrador para ver la intención real de Ellison. La inocencia del narrador le evita reconocer la verdad que se esconde más allá del comportamiento errante de los demás y le lleva a intentar ver sus propios sueños hechos realidad. Es extremadamente vulnerable a la identidad que la sociedad le confía como afroamericano. Aunque la mayor parte de las dificultades que encuentra el narrador derivan del hecho de que es negro, Ellison no deja de poner el énfasis en su intento de representar al narrador como un personaje universal, una representación de la lucha por definirse contra las esperanzas de la sociedad.

El hombre invisible explora temas de un enorme interés: (1) el racismo como obstáculo para conseguir la identidad individual: en su intento de llegar a una concepción de su propia identidad, el narrador se ve dificultado por el hecho de ser un hombre blanco que vive en una sociedad racista; (2) las limitaciones de la ideología: en el transcurso de la novela el narrador se da cuenta de que su complejidad interior está limitada no sólo por el racismo de la gente, sino por sus ideologías más generales; (3) el riesgo de luchar contra los estereotipos con estereotipos: el narrador no es el único afroamericano del libro que ha sentido las limitaciones de los estereotipos racistas.

La novela también presenta diversos motivos, esto es, estructuras recurrentes, contrastes y mecanismos literarios que ayudan a desarrollar e informar de los principales temas del texto. Los principales son: (1) la ceguera, quizá el motivo más importante, recurrente a lo largo de la novela; la gente evita obstinadamente ver y enfrentarse a la realidad; (2) la invisibilidad: puesto que ha decidido que el mundo está lleno de hombres ciegos y sonámbulos que no pueden verle por lo que él es, el narrador se describe como una “hombre invisible”. El motivo de la invisibilidad impregna la novela y se manifiesta a menudo codo a codo con el motivo de la ceguera: una persona se vuelve invisible porque otra es ciega.

Publicado en 1952, más de una década antes de que la Ley de Derechos Civiles de 1964 declarara ilegal la segregación social, El hombre invisible recibió el prestigioso National Book Award, si bien algunos negros sintieron que la novela perpetuaba los estereotipos de su raza. Además, algunos críticos negros rechazaron la novela por no ser suficientemente revolucionaria y por no retratar con fidelidad la “experiencia negra”. Las feministas negras también criticaron la novela por su carencia de personajes femeninos positivos y por el hecho de que las mujeres de la novela sean todas prostitutas, objetos sexuales o cuidadoras. A pesar de las críticas, El hombre invisible está considerada un clásico de la literatura norteamericana. Ha sido alabada por su estilo innovador y tratamiento único de un asunto muy controvertido. La violencia y la tensión racial retratada en la novela presagian la violencia engendrada por los Movimientos de Derechos Civiles en ciudades norteamericanas.

Novela compleja y con múltiples capas, es sin duda una de las mejores novelas norteamericanas del siglo XX. Una obra reveladora y demoledora que no deja indiferente.

A.G.