Presentación

La pintura de la voz (palabras con que el filósofo y escritor francés François-Marie Arouet, más conocido como Voltaire, calificó el arte de la escritura) nace con la pretensión de ser un lugar de intercambio de opiniones sobre literatura.
Cuando el tiempo me lo permita, iré publicando noticias interesantes del mundo literario, comentarios de libros que he leído recientemente, de mis obras favoritas, etc
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domingo, 21 de diciembre de 2008

Lecturas recientes: Matadero Cinco


Matadero Cinco (1969)
Kurt Vonnegut


La novela narra la historia de Billy Pilgrim, un veterano de guerra estadounidense que desde hace años desea escribir sus vivencias como prisionero durante el bombardeo por parte de las fuerzas aéreas aliadas de Dresde, que tuvo lugar entre el 13 y el 15 de febrero de 1945. El propio autor fue capturado por los nazis y encarcelado en esta ciudad alemana, donde hubo de sufrir los terribles bombardeos que arrasaron la ciudad en una sola noche y acabaron con la vida de más de ciento treinta mil personas. (Apenas sobrevivieron algunos civiles alemanes y un grupo de norteamericanos que se encontraban en un matadero como prisioneros de guerra. Entre ellos se encontraba el autor de Matadero Cinco.)

Sin embargo, el autor jamás logra su propósito, pues el mero hecho de recordar lo ocurrido le deja paralizado, hasta el punto de que el protagonista llega a la conclusión de que un libro sobre la guerra no tiene sentido, pues en realidad no hay nada inteligente que decir sobre una matanza como aquélla. Sólo entonces es consciente de que a partir de tal catástrofe alguien con un espíritu crítico como el suyo sólo puede producir una sátira cínica. De este modo, el libro se convierte paulatinamente en una historia de ciencia ficción (no siempre divertida) cuyo protagonista, un hombre ordinario y mediocre que roza el patetismo, viaja a través del tiempo (y hasta es raptado por extraterrestres del planeta Tralfamadore para ser exhibido en un zoológico intergaláctico), lo que le permite contemplarlo como un continuo superpuesto sobre sí mismo y parece eximirlo de la cruda experiencia de la guerra.

Desde el punto de vista formal, Matadero Cinco resulta ciertamente impactante como consecuencia del empleo de un estilo casi telegráfico a lo largo de toda la obra. En efecto, las frases se aíslan unas de otras de tal forma que es como si se dejara un vacío cuyo significado es mucho más importante que el de cualquier cosa que pudiera haber sido escrita en su lugar. Llama también poderosamente la atención del lector la peculiar composición de la obra; la concepción del tiempo (un incesante juego de discontinuidades temporales), que hace recordar algunas obras de W. Faulkner y, sobre todo, el talento y la enorme profundidad de una novela que, ante todo, trata de la estupidez, la crueldad y la irracionalidad del ser humano.

La lectura de esta novela no es fácil, sobre todo al comienzo. Resulta desconcertante y hasta irritante el constante viaje en el tiempo de su protagonista o la repetición anticipada de los fragmentos, cuyo efecto acaba siendo, sin embargo, ciertamente asombroso. Se trata, en definitiva, de una novela original y sorprendente, desoladora, mordaz y francamente compleja, a pesar de su aparente sencillez; está repleta de sutilezas lingüísticas, y situaciones ridículas y crueles, que no dejan indiferente. No en vano, está considerada como una de las novelas norteamericanas más sobresalientes de la segunda mitad del siglo XX… y con razón.

A.G.

martes, 16 de diciembre de 2008

Noticias: Gabriel García Márquez

1. “García Márquez prepara una nueva novela con el amor como telón de fondo”.
El artículo recoge las declaraciones de Plinio Apuleyo Mendoza, amigo de Gabriel García Márquez, en las que confiesa que el Nobel colombiano está trabajando en su próxima novela, que será una historia de amor. Corrían rumores de que García Márquez había colgado la pluma; más aún cuando reconoció en su día que 2005 era el primer año de su vida en el que no había escrito ni una línea. Por otra parte, fuentes bien informadas afirman que el autor de Cien años de soledad está preparando un segundo volumen de memorias como continuación de Vivir para contarla (2002).
(El Mundo, jueves 11 de diciembre de 2008; sección Cultura)

2. “Terremoto sentimental. García Márquez se encuentra con su biógrafo y buscan whisky para festejarlo”
El artículo refiere el encuentro entre el Nobel colombiano y su biógrafo, el escritor inglés Gerard Martin, en Guadalajara (México) el pasado 28 de noviembre. El libro saldrá en castellano, parece, en septiembre de 2009.
(El País, lunes 1 de diciembre de 2008, pág. 43, sección Cultura)

3. “La literatura como fervor popular. El homenaje a Carlos Fuentes, espejo de las pasiones que despierta la cita mexicana”
El artículo refiere el homenaje a Carlos Fuentes que tuvo lugar en la 22ª Feria Internacional del Libro de Guadalajara y donde intervino, para el entusiasmo y delirio de los asistentes, Gabriel García Márquez. Durante el encuentro, se escucharon interesantes confesiones como la de Carlos Fuentes, en que reconoció que él y Gabo habían intentado dedicarse a la escritura de guiones cinematográficos.
(El País, martes 2 de diciembre de 2008, pág. 36, sección Cultura)

4. “Una calumnia gloriosa”.
El artículo expone una reflexión de sus autores acerca de la actitud que adopta García Márquez en todo acto público donde interviene. Al parecer, no habla jamás, ni aunque le tiren de la lengua. En cierto ocasión afirmó que él escribe para no hablar.
(El País, martes 2 de diciembre de 2008; pág. 36, sección Cultura)
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A.G.

viernes, 12 de diciembre de 2008

Novelas favoritas: Adiós a las armas


Adiós a las armas (1929)
Ernest Hemingway


Crudo relato de la guerra, esta novela dramática retrata el desastre italiano de la batalla de Caporetto, que tuvo lugar a finales de 1917, y en la que las tropas italianas, sorprendidas por el ataque combinado de los ejércitos prusiano y austro-húngaro, sufrieron 50.000 bajas.

Su título está inspirado en un verso del poeta del siglo XVI George Peele (“A Farewell to Arms”) y contiene un juego de palabras intraducible en español, pues el término inglés “arms” puede significar tanto “armas” como “brazos”. De hecho, la novela está plagada de símbolos como éste. Un ejemplo de ello es la lluvia, un elemento fundamental de la novela, pues marca tanto el comienzo como el final, y simboliza lo inevitable de la muerte.

Sirviéndose de sus propias experiencias en la Gran Guerra, Ernest Hemingway (ganador del Premio Nobel en 1954) narra la tierna e intensa historia de amor de Frederick Henry, un oficial norteamericano alistado como voluntario del ejército italiano que es herido mientras desarrolla su labor como conductor de ambulancias, y Catherine Barkley, enfermera inglesa en el hospital de Milán donde él es ingresado. El relato combina con imponente realismo acción, drama, pasión y muerte, con un desenlace inesperado y trágico que está considerado como uno de los mejores que se han escrito en la novela contemporánea. De hecho, la dureza del lenguaje empleado hizo que ésta fuera censurada en 1929. (Hemingway no tenía reparos en admitir que escribió este final casi 40 veces.) Tras desertar de la guerra Frederick y Catherine, que está embarazada, huyen a la neutral Suiza. Cuando Henry comienza a ver despuntar un nuevo comienzo, lejos de las armas, el niño que Catherine da a luz nace muerto y ella muere al poco tiempo a causa de una hemorragia en el parto. El final es demoledor, vibrante y muy emotivo; resulta francamente impactante y he de confesar que toca la fibra sensible.

Considerada por gran parte de la crítica como una de las novelas más emblemáticas del siglo XX, Adiós a las armas es no sólo una gran novela de amor, sino una gran novela de guerra; un testimonio desgarrador del sinsentido de la existencia, de la fragilidad del ser humano y del horror de la guerra, virtudes que nos permiten afirmar que se trata de una de las mejores narraciones bélicas de la literatura. Hemingway describe con la máxima crudeza y realismo la guerra, que aparece como algo triste, duro y cruel, donde la muerte ronda sobre los hombres atemorizados. Ensalza el valor, ese coraje del ser humano para combatir la adversidad, que es precisamente la suprema cualidad humana en la literatura de Hemingway.

Adiós a las armas forma parte del póker de obras sublimes con que Ernest Hemingway hizo su particular e inestimable contribución a la literatura universal, junto a Por quién doblan las campanas, El viejo y el mar y Fiesta (“The Sun Also Rises”).

La novela fue llevada al cine en 1932, bajo la dirección de Frank Borzage y fue protagonizada por Gary Cooper, que también interpreta el papel protagonista en Por quién doblan las campanas, y Helen Hayes.

A.G.

jueves, 11 de diciembre de 2008

Noticias: Gabriel García Márquez


1. “La monumental vida de Gabo”
Extenso artículo que refiere la publicación de Gabriel García Márquez: a life (Bloomsbury), la biografía tolerada del premio Nobel escrita por el profesor Gerald Martin, quien mantuvo más de trescientas entrevistas con Gabriel García Márquez para escribir el libro. La obra, recién editada en el Reino Unido, se publicará en España en 2009.
(El País, martes 28 de octubre de 2008; sección cultura, pág. 35)

2. “De emigrante real a personaje literario de García Márquez”
Interesante artículo que recupera la figura de Ramón Vinyes, emigrante catalán que llegó en 1914 a Barranquilla (Colombia), donde impulsó la revista literaria y filosófica Voces, y a quien García Márquez pidió consejo acerca de un manuscrito que con los años se convertiría en Cien años de soledad. Vinyes acabaría retratado en la novela como el Sabio Catalán, “ese viejo que atendió a Aureliano Babilonia y le vendió los libros que ayudarían a descifrar los pergaminos de Melquíades.
(El País, miércoles, 26 de noviembre de 2008; sección cultura, pág. 43)

A.G.

Lecturas recientes: El velo pintado


El velo pintado (1925)
William Somerset Maughan


La primera escena de la historia presenta a Kitty Garstin, su joven protagonista, en pleno romance con su amante, Charlie Townsend, en el dormitorio de ella. Tras el temor a que alguien, quizá su marido, haya podido descubrirlos, la historia retrocede en el pasado y nos presenta los antecedentes de la trama: Kitty es una bella joven londinense que cumple veinticinco años sin haber alcanzado el objetivo para el que fue educada: hacer una buena boda; una labor que ha sido desempeñada por su madre tiránica, una persona obsesionada por el dinero, con el beneplácito de un padre débil e incapaz de tomar las riendas de la familia. La trama se sitúa en una época (los años veinte), en que se daba a las mujeres un tipo de educación orientada únicamente a este fin. Por miedo a quedarse soltera, Kitty accede a casarse con el bacteriológico Walter Fane, un hombre inteligente, educado y moralmente intachable, pero tímido e incapaz de expresar sus emociones, que está enamorado de ella, pero a quien ella en absoluto ama. Tras la boda, el matrimonio se traslada a Hong Kong, donde Kitty se enamora de Charlie –el vicecónsul de la colonia-, un hombre casado con hijos, apuesto y frívolo, con quien será infiel a su marido.

Descubiertas sus relaciones adúlteras, y traicionada por Charlie, que se niega a divorciarse de su esposa, Kitty se ve obligada a enfrentarse a la realidad y a viajar con su marido a una región del interior de China severamente afectada por una epidemia de cólera. Allí entrará en contacto con personas que le ayudan a sobrellevar su situación: Waddington, un hombre algo cínico y divertido, o las monjas francesas que atienden a enfermos, sobre todo niños, y entre las que destaca la personalidad de la madre superiora, una mujer nacida en el seno de una familia adinerada, que ha abandonado toda riqueza para dedicarse a los demás. Incapaz de obtener el perdón de su marido, Kitty se entrega a labores comunitarias al servicio de las monjas. El contacto con todas estas personas y las diversas experiencias ayudan a Kitty a conocerse a sí misma e incluso a valorar las virtudes y la labor ingente de su marido... a ser una persona nueva.

El velo pintado recuerda por su temática a la novela romántica tradicional. Su estilo, sin embargo, difiere un tanto del modelo tan amplia y magistralmente cultivado en Inglaterra, pues la narración de la historia se cuenta y se explica, quizá en exceso, en lugar de mostrarse mediante diálogos. Este hecho sugiere con demasiada frecuencia una impresión de distanciamiento que va en detrimento de una completa identificación y la consiguiente simpatía que debería despertar su protagonista. Se echa falta, por tanto, una mayor profusión de diálogos, si bien los pocos que se muestran entre Kitty y Charlie o Walter gozan de una enorme intensidad, capaz de lograr despertar una inesperada emoción en el lector.

Desde la crítica se ha achacado a la novela una flagrante falta de desarrollo y conclusión en un buen número de situaciones. De hecho, algunas de las relaciones entre los personajes aparecen tan sólo esbozadas, más que desarrolladas plenamente. Por ello, el lector puede fácilmente experimentar una cierta sensación de desilusión. No obstante, la novela, una de las más leídas de la literatura inglesa del siglo XX, exhibe situaciones muy emocionantes y de enorme impacto, como el desdichado final de Charlie y sus últimas palabras a Kitty o la última conversación que ella mantiene con su padre, donde se lamenta de lo banal de la relación entre padre e hija, le pide perdón por lo mal que se ha portado con él y le ruega, muerta su madre, que le deje marchar con él a América.

La novela fue llevada por primera veza a la gran pantalla por Richard Boleslawsky en 1934 y fue interpretada por la colosal Greta Garbo. Pero en el poco tiempo que me he empeñado en su búsqueda, no he logrado dar con ninguna copia de ella. En marzo de 2007 se estrenó una segunda adaptación de la novela, dirigida por John Curran y protagonizada en sus papeles principales por Naomi Watts, Edward Norton y Liev Schreiber. Reconozco que me apetece mucho verla, pero aún no he dispuesto de tiempo suficiente para hacerlo. Me interesa, sobre todo, su ambientación y me anima las buenas críticas que la película tuvo en su momento, antes siquiera de que a mí se me ocurriera leerla, que incidían en la interpretación de los actores.

A.G.

jueves, 4 de diciembre de 2008

Lecturas recientes: El extranjero


El extranjero (1942)
Albert Camus

El señor Meursault es un hombre sencillo e indiferente a la realidad que le rodea, cuya felicidad y existencia misma se basan en el disfrute despreocupado de la rutina diaria. El progreso tecnológico le ha privado de la participación en las decisiones colectivas y convertido en un “extranjero” dentro de su propio entorno. Sin embargo, la primera frase del libro altera de algún modo esa tranquilidad: Hoy, mamá ha muerto. Con todo, este hecho repentino, lejos de perturbarle demasiado, apenas le parece algo molesto, precisamente porque altera esa rutina de la que tanto disfruta. Meursault da la impresión de ser un hombre insensible, carente de sentimientos.

Poco después, comienza una relación con una chica y traba amistad con uno de sus vecinos. Es precisamente esta circunstancia lo que le llevará a cometer un absurdo crimen que alterará definitivamente su vida rutinaria. A pesar de sentirse inocente, el señor Mersault jamás hará manifestación alguna contra su ajusticiamiento, ni exposición pública de arrepentimiento, injusticia o lástima. En realidad, se encuentra tan aburrido de la existencia misma, de la propia muerte, que su comportamiento no refleja sino un profundo escepticismo.

Mientras espera en la cárcel al juicio y su resolución, Meursault reflexiona sobre sus actos y aunque es consciente de los problemas que le traerá el asesinato que ha cometido, no se siente en absoluto moralmente culpable ni le importa lo más mínimo haber matado a un hombre. Lo único que parece preocuparle es hasta qué punto esta circunstancia ha cambiado su vida. En realidad, no se muestra demasiado a disgusto, pues en la cárcel ha encontrado una nueva rutina que parece dar sentido a su vida.

El extranjero no es sino la denuncia de una sociedad angustiada, cuya moral, carente de sentido, regula la vida de todos sus miembros; Aliena al individuo, le despoja de su sentimiento inherente de pertenencia activa en la comunidad, hasta el punto de sumirlo en una cruel angustia vital. En el trasfondo subyace una Europa herida por dos guerras mundiales; un mundo donde deambulan personajes como Meursault: apático, degradado, absurdo… carente de valores, que vive ajeno a su propio destino y para quien han perdido todo significado el matrimonio, la amistad y por supuesto la religión, en cuya búsqueda Camus, convencido ateo, no confía en absoluto como lugar donde encontrar la felicidad. Al final, la muerte parece ser la única opción posible para consumar con éxito la búsqueda de la propia existencia.

Es éste un texto duro, pesimista y desmoralizador, aunque cautivador, sin duda. Considerada como una de las mejores novelas francesas de todos los tiempos, El extranjero no deja indiferente a nadie. Todo lo contrario, pues hace reflexionar al lector sobre la vida misma; sobre el papel del individuo en una sociedad como la actual que, en cierto sentido, no es tan diferente a la que con indudable maestría y mediante un estilo sencillo, pero demoledor, retrata Albert Camus.

A.G.

miércoles, 3 de diciembre de 2008

Sorpresas gratas: Terapia


Terapia (1995)
David Lodge


Terapia cuenta la historia de Lawrence Passmore, un exitoso guionista inglés de televisión (“Los vecinos de al lado”), que lleva casado más de veinticinco años, tiene un coche de ensueño y hasta una amante platónica. Es, por tanto, una persona satisfecha, pues tiene todo lo que todo hombre puede desear para ser feliz. Sin embargo su suerte cambia cuando empieza a sufrir unos molestos dolores de rodilla para los que no parece haber solución, circunstancia que le lleva a someterse a toda una serie de terapias, todas las cuales resultan en fracaso, mediante las que no logran encontrar solución a sus problemas.

Obsesionado por las dudas, angustias e inseguridades que le provocan la imposibilidad de curar su dolor, la ruptura de su matrimonio e incluso el final inminente de la serie de televisión que escribe, Passmore opta por marcharse de casa y emprender una sucesión de interminables viajes que le llevan incluso a Estados Unidos, en busca de todas las mujeres con las que ha mantenido algún tipo de relación sentimental, y que resultan en un fracaso absoluto.

Esa imposibilidad de retomar cualquiera de estas relaciones le lleva a buscar a su primera novia de la adolescencia. Finalmente la encuentra y descubre que ella también se halla distanciada de su esposo y que en la actualidad se encuentra en España haciendo peregrinación por el Camino de Santiago. Sin embargo, ella no es tampoco la chica que él conoció y con quien Passmore reconoce haberse portado mal tantos años atrás. Asolado por el sentimiento de culpa y añoranza, Lawrence trata de recuperarla, si no ya como la novia que fue, sí mediante una relación muy especial que le hace recuperar la alegría de vivir y olvidar todos los achaques, que desaparecen de la noche al día. Las últimas páginas del libro son francamente emotivas. Hay pasajes verdaderamente hermosos, pues David Lodge, a quien hay que reconocer como uno de los autores contemporáneos más divertidos, logra generar conmoción en el lector y verdadera emoción, para acabar convenciéndonos de que en ciertas circunstancias el paso del tiempo deja abierta la posibilidad de que todo, por muy mal que se haya hecho, resulte reparable.

En definitiva, se trata de una novela de contrastes. Las primeras decenas de páginas resultan menos vibrantes que el último tercio de la obra. En ellas se aprecia el habitual humor de David Lodge, quien aborda de una forma muy divertida un problema tan complicado como la depresión, no sólo en su faceta individual, sino como metáfora de una sociedad que no sabe de qué se duele; una ácida crítica social subyace a lo largo de toda la novela, pero muy especialmente en los dos primeros tercios de ella.

El desenlace resulta sorprendente y reconfortante. No carece de una emoción que es francamente conmovedora. Se trata de una novela muy recomendable para aquellos que no saben si su vida aún tiene sentido. Es un canto optimista, divertido y emotivo a la vez.

A.G.

viernes, 28 de noviembre de 2008

Novelas favoritas: Amor en los tiempos del cólera


El amor en los tiempos del cólera (1985)
Gabriel García Márquez


“Nada es más difícil que el amor”


Obra maestra, como gran parte de la producción del Nobel colombiano, El amor en los tiempos del cólera es una preciosa historia de amor, un “cataclismo de amor”, como la califica su protagonista masculino: Florentino Ariza. Su amada se llama Fermina Daza y es una mujer hermosa de quien Florentino queda perdidamente enamorada cuando ella no es más que una colegiala. Sin embargo nada es tan fácil como pueda parecer. De hecho, las vidas de los dos protagonistas comienzan a tomar rumbos distintos a partir del momento en que Fermina accede a casarse con el doctor Juvenal Urbino, a pesar del asedio y las largas horas de espera de Florentino. A él, por su parte, no le queda más remedio que seguir amándola, como única forma de soportar el inmenso dolor de no estar con ella. Paradójicamente, Florentino necesita el amparo de una mujer, de otra mujer que no sea Fermina, pero que irremediablemente, sea quien sea, transforma en ella. Rosalba, la viuda de Nazaret, Ausencia Santander, Divina Pastora, Sara Noriega, Olimpia Zuleta y tantas otras no son sino los cuerpos en que Florentino encuentra a Fermina.

Al cabo de los años sucede lo que Florentino lleva esperando durante más de medio siglo: muere el doctor Urbino de una forma, por cierto, del todo absurda y es entonces cuando Florentino comienza a ver la luz al final del túnel, cuando siente aproximarse el momento anhelado del reencuentro que quedó suspendido hace tanto tiempo y que el lector sabe desde el comienzo que ha de suceder. Y éste es, sin duda, uno de los momentos más vibrantes de la novela: un final apoteósico a bordo del vapor Nueva Fidelia en las aguas del río de la Magdalena, digno de una de las historias de amor más bellas jamás escritas... En definitiva, una celebración del triunfo del amor sobre la muerte, que tan presente se encuentra durante toda la obra.

Con esta magnífica novela, Gabriel García Márquez rinde homenaje a la historia de amor de sus padres y regala, de paso, a los lectores del mundo un pedazo de arte hecho palabra. Sirviéndose de lo que ha aprendido de autores como W. Faulkner, J. Conrad o E. Hemingway, el autor de Cien años de soledad se permite el lujo de superar a sus maestros y consagrarse, a mi juicio, como el mejor escritor sudamericano de todos los tiempos y uno de los más grandes de la literatura universal.

Yo, personalmente, quedé fascinado la primera vez que la leí y el día en que terminé la última página comencé la cuenta atrás de los días que me quedaban para volver a leerla. Aquello sucedió hace un par de años. He de confesar, además, que como escritor aficionado que soy, El amor en los tiempos del cólera constituye, junto a otras novelas de García Márquez que comentaré más adelante, el más perfecto modelo de escritura a que puedo (en vano, sin duda) aspirar; ha sido y creo que siempre será para mí una fuente ilimitada, un recurso y una inspiración incalculable.

Como apostilla a este juicio personalísimo, aunque breve por razones comprensibles, me gustaría señalar que El amor en los tiempos del cólera fue llevada al cine en 2007 por Mike Newell con un guión de Ronal Harwood. Por supuesto, no he visto la película ni tengo la más mínima intención de hacerlo. No sé si será buena o no; no se puede juzgar una película sin haberla visto. Ocurre tan sólo que estamos hablando de una novela sublime y como tal es inimitable, incomparable y, a mi juicio, imposible de adaptar a otro medio. Supongo que habrá quedado tanto de ella en su más que evitable camino a la pantalla (su esencia, su lenguaje, su épica), que sería imperdonable reemplazar todos los sentimientos, imágenes e impresiones que la novela provoca en el lector, por una visión ajena, parcial y fragmentaria de un director de cine que, eso sí, ha tenido la suerte y el valor de atreverse con ella. De hecho, no me extraña en absoluto que la novela llevara años circulando por Hollywood, sin que nadie se atreviera con su adaptación cinematográfica, que siempre ha sido considerada tabú.

A.G.