Tsugumi (1994)
Banana Yoshimoto
La novela está contada
en primera persona por Maria Sirakawa, una mujer joven cuya vida anterior estuvo
llena de incertidumbre debido a sus inusuales circunstancias domésticas. Su
padre es un hombre de negocios de Tokio y su madre es la amante de su padre, quien
era incapaz de obtener el divorcio de su mujer. Maria y su madre vivían en una
pequeña ciudad costera, echando una mano en el negocio de la familia, a la
espera de las visitas de fin de semana de su padre.
El divorcio llega
finalmente y María y sus padres han de comenzar una vida nueva como una familia
de verdad en Tokio, si bien parte de Maria permanecerá en la costa. Maria
regresa a la ciudad para pasar un último verano durante el cual se está
derribando la pensión. Un verano que proporciona a Yoshimoto con toda la trama
que necesita para explorar los vínculos difíciles pero afectuosos entre las
primas.
En efecto, Maria es
consciente de que éste será probablemente el último verano que pase con sus
primas, Yoko y Tsugumi Yamamoto. El anuncio de la venta de la venta de la
pensión ha conmocionado a Maria, que se enfrenta a este último largo verano
dorado, antes de que las ligaduras con su infancia desaparezcan para siempre. Durante
este tiempo, las tres chicas salen juntas y pasean por la playa desierta,
recordando con indulgencia romances de verano.
Maria se da cuenta de
que aunque ahora va a tener por fin lo que siempre ha querido, esto es, una vida
familiar estable, está a punto de perder algo que valora enormemente. Sin
embargo, está determinada a sonreirle a la cara a esta terrible pérdida y
apurar las últimas gotas de felicidad del verano.
Su prima Tsugumi es
una joven frágil y hermosa que habla despacio y parece encantadora a simple
vista. Padece una enfermedad crónica y esto parece liberarla de las normas de
comportamiento que gobiernan a Yoko, su hermana mayor, y a la propia Maria,
permitiéndose maldecir, flirtear con chicos y urdir bromas elaboradas que
sorprenden a los adultos de una manera que molestan a Maria, a la vez que provocan
su envidia y admiración.
Tsugumi posee un
encanto malévolo que enloquece tanto como divierte a su familia y amigos más
cercanos, para quienes la joven se revela en ocasiones como una bruja delirante
al más puro estilo japonés. Tremendamente consentida y con frecuencia
maliciosa, Tsugumi provoca disputas, miente constantemente y disfruta
haciéndole vida imposible a los que la rodean. Es difícil de imaginar que estas
dos facetas contrapuestas existan en una sola persona.
Maria, como el resto
de su familia, es sin embargo el parangón de la paciencia y amabilidad, y mantiene
una relación particularmente compleja con su carismática prima. Cuando la salud
de Tsugumi empeora, Maria se enfrente por primera vez a la posibilidad de que
la chica pueda morir, y posiblemente pronto. Es un hecho evidente para Maria,
pues esta circunstancia amenaza todas sus nociones del hogar, amor, familia y
pertenencia.
Tal como ocurre con varias de las novelas anteriores de Yoshimoto, Tsugumi no tiene en realidad principio, desarrollo o final. Es más bien una instantánea de una vida, o vidas desequilibradas, a veces de forma visible, a veces tan sólo bajo la superficie. Yoshimoto presenta unos personajes convincentes, una manera suelta y etérea de escritura y un buen ojo para captar el modo en las experiencias terribles conforman la vida de las personas.
La novela se construye
entorno a la relación entre Maria y Tsugumi, a la vez que explora la relación
entre Maria y su hermana, Yoko, y con sus propios padres. Además, la novela
opera como un breve interludio en la vida de una persona que aún tiene que
convertirse en sí misma, pero que comienza a descubrir, en virtud del contraste
y observación más que cualquier evento particular, que el futuro es brillante
para ella y que hay mucho por lo que dar gracias.
Es el hecho de que Maria
se dé cuenta del verdadero carácter de su prima y el valor y futuro potencial
de su propia vida, lo que impulsa la narrativa hacia adelante, aunque su
personaje pueda parecer en ocasiones demasiado débil como para sostener la
novela por sí misma.
Los intentos de Maria
por entender la personalidad poco común de Tsugumi, y los intentos de Tsugumi
por vivir su vida delicada a tope, a pesar de las consecuencias, y resistir el
sentimentalismo son también razonablemente potentes, incluso en la ausencia de
un auténtico argumento. Las subtramas de los propios sacrificios de la madre de
Maria, primero en términos de su amante y luego en términos de su amor por el
mar, también operan perfectamente con el sacrificio de Maria su transición a la
vida adulta. Su Adiós a Tsugumi (el título original) no es sólo el adiós entre
primas y amigas, sino un adiós a la infancia y la inocencia.
La novela nos ofrece
una lectura interesante, los personajes (en especial Maria) son interesantes y
la localización es atractiva, pero carece de impulso, incluso de emoción, lo
cual deja al lector preguntándose qué ha ocurrido exactamente en esta novela.
El final es quizá es quizá un poco forzado y deja al lector algo insatisfecho.
A pesar de la carencia de profundidad, complejidad o movimiento en la novela,
el libro se disfruta, pues posee un sentimiento delicado y una transformación
sutil que recordará al lector sus propios años de adolescencia. Un libro
adecuado para un joven adulto.