Los jinetes de la
pradera roja (1912)
Zane Grey
Nos hallamos en la
primavera de 1871, tras la llegada masiva de colonos mormones entre 1847 y 1855.
Jane Withersteen es una mujer soltera de 28 años que controla buena parte de la
riqueza de la ciudad de Cottonwoods, un lugar remoto en el sur de Utah. Ha
heredado el rancho de su padre, quien siempre deseó que su hija se casara con
Elder Tull, un personaje prominente en la comunidad mormona polígama asentada
en el lugar. Pero Jane siempre se ha negado alegando que no lo amaba. Su
negativa causa una gran controversia en la ciudad y lleva a su persecución por
los mormones de la zona.
Jane traba amistad con
Venters, un guapo jinete, y los mormones comienzan a perseguirla abiertamente,
pues si Jane se casa con él, la comunidad mormona perderá el control sobre las
riquezas de Jane. Tull utiliza su poder dentro de la comunidad para convertir a
Venters en un paria en Cottonwoods. Venters no quiere enfrentarse a los mormones,
se lo ha prometido a Jane. Mientras tanto, Lassiter, un pistolero de mala fama,
llega al rancho de Withersteen en busca de la tumba de de su hermana, y se
queda para defender a Jane mientras Venters sigue la pista de unos cuatreros
que incluye un misterioso jinete enmascarado.
Lassiter (un hombre
solitario e incomprendido cuyo nombre da miedo y con fama de ser villano y
asesino sin alma) lleva una larga temporada buscando a su hermana, Milly Erne.
Secuestrada por los mormones, que le lavaron el cerebro hasta convertirla en
una esposa mormona, Milly se vio obligada a abandonar a su verdadero marido.
Frank Erne es el padre de la niña a la que dio a luz mientras estuvo en
cautividad. Cuando Lassiter conoce a Jane, se entera de que Milly había
desafiado a sus captores y, por ese motivo, éstos se la habían quitado. Milly
murió con el corazón roto en brazos de su amiga Jane Withersteeen.
Con el tiempo, Venters
se enamora de Bess, la jinete enmascarada del cuatrero Oldring, que convence a
Lassiter de que deponga las armas. Lassiter se niega mientras los hombres de
Tull siguen asediando y robando a Jane. Al final, los hombres de Tull consiguen
quitarle todo a Jane, excepto su amor por Lassiter. Juntos, huyen de los
hombres de Tull, junto con Venters y Bess, que huyen de Oldring. Cuando
Lassiter y Jane reconocen a Bess como la hija de Milly Erne, Jane les da sus
caballos a Venters y Bess. Incapaces de huir sin caballos, Jane y Lassiter se
refugian en un escondite que solía utilizar Venters. Perseguidos por los
mormones y los cuatreros e incapaces de huir sin caballos, Lassiter y Jane se
refugian en un lugar paradisíaco llamado el Valle de las Sorpresas, que tiene
agua, ganado y terreno fértil suficiente para alimentarlos de por vida. Así
pues, no dudan en derribar una piedra gigante que cierra para siempre el único
camino por el que se puede entrar y salir del valle.
A diferencia de muchas
novelas del oeste, que suelen ser historias simples y moralistas, Los jinetes
de la pradera roja es una novela con un argumento complejo. Un cuento moral en
el que los individuos son redimidos o destruidos, en el que, de la mano del
maestro indiscutible del género, se combinan aventura, acción, violencia,
sentimentalismo y sexo. En definitiva, un clásico del género del oeste.
Para comprender su
complejidad hay que tener en cuenta varios factores. En primer lugar, nos
encontramos con el escenario social que proporciona una comunidad mormona
polígama aislada cuyo liderazgo se ha apartado de sus principios fundadores y
persigue el poder y riqueza. La comunidad mormona aparece retratada como una
comunidad conformista que está cayendo en la ruina desde el
interior. Nacida en un ambiente mormón, la moralidad de Jane ha adoptado la
forma de una búsqueda etérea de la salvación espiritual. Aparece entonces la
figura del solitario enigmático, Lassiter, héroe-pistolero del oeste
arquetípico, descendiente del caballero errante medieval que dispensa justicia
de acuerdo con su propio sistema de valores.
Por otro lado, nos
encontramos con el modo en que el paisaje se convierte en algo más que un mero
fondo de pantalla: Venters y Lassiter duermen en la pradera roja y, al igual
que los cuatreros, se refugian en los cañones laberínticos. En lugar de una
pradera plana o del árido telón que proporciona Monument Valley a los westerns
de John Ford, aquí se trata de un paisaje de transformación que se aferra a las
emociones.
Una novela que no ha
dejado de editarse, Los jinetes de la pradera roja ha sido adaptada al cine en
cinco ocasiones. Se le considera determinante en la formación de la fórmula del
género del oeste y quizá la novela más popular del género.
A.G.