Los vagabundos del Dharma (1958)
Jack Kerouac
Los Vagabundos del Dharma es, ante todo, un relato autobiográfico. Su protagonista, Ray Smith (una transposición del propio Jack Kerouac), conoce a Japhy Tyder (Gary Snyder), quien le aproxima al budismo, del que Kerouac había sabido gracias a la obra Walden, de Henry David Throeau. La novela relata los pasos que da el propio Ray ascendiendo una montaña, Matehorn Ray, con el deseo de encontrar un lugar apartado en la naturaleza donde poder sentirse libre al estilo de Thoreau y demostrarse a sí mismo que puede cumplir la máxima del Budismo: “La vida es sufrimiento”.
En este sentido, la naturaleza juega un papel muy importante en la obra., la comunión con ella; la vida al aire libre durmiendo en sacos en mitad de las montañas, del desierto o de un bosque. Existe una admiración por la naturaleza en los personajes. La descripción de los lugares en los que se encuentran es una especie de paraíso para ellos. La naturaleza sirve para poner en paz el alma a través de la meditación. Ésta es otra de las características que no falta en la obra. Los personajes meditan para poner en paz su alma y alcanzar un estado de bienestar y tranquilidad. Esa meditación los lleva a contemplar las cosas de una manera diferente. Observan las estrellas, las flores, perciben el susurro del viento en los árboles o el correr de un arroyo. Los vuelve más sensibles, ayuda a dar una imagen de ellos de paz y felicidad.
La novela está plagada de constantes metáforas hacia el encuentro del Dharma, esto es, la rueda de la verdad budista que todo hombre puede hacer consciente. Se trataba de un camino espiritual desconocido en Occidente, una puerta que daba acceso a un conocimiento, a una nueva forma de vivir más cercana a la naturaleza, según la cual la vida es concebida como un viaje impredecible que enajena la cómoda seguridad burguesa que tan pocas respuestas otorgaba a los jóvenes norteamericanos. Esta biblia metafísica de los hippies cuenta cómo vivían los beatnicks, entre fiestas interminables en las que leían poesía mientras se embriagaban con vino y marihuana y se desnudaban para bailar alrededor del fuego. Con todo, no todo era estar de fiesta, pues los pre hippies corrían más riesgos que los propios hippies.
En un intento por desmarcarse de todos los calificativos que la crítica vertían sobre el grupo de escritores beat, Jack Kerouac ofrece un significado religioso y místico del término: una imagen de bienestar con la naturaleza, de fraternidad entre las personas. Algo, en definitiva, totalmente distinto a los que presenta en En el camino.
Otro asunto importante para los autores de la Generación beat es el viaje, como manera de escapar de la sociedad del momento, una ruptura con la vida acomodada de la que disfrutaban la inmensa mayoría. Ray Smith realiza tres viajes distintos.El primero de ellos lo lleva desde California hasta San Francisco para visitar a Cody y Rosie. Rosie intenta suicidarse cortándose las venas debido a esta situación de paranoia en la que se encuentra y finalmente consigue burlar a Ray, se sube al tejado y cuando un agente de la policía agarrarla, se suelta y cae al vacío.
Sn su segundo viaje, Ray Smith es visitar a su familia en Carolina por Navidad. Este segundo viaje es interesante por que recorre el país desde la costa Oeste hasta la costa Este haciendo autostop con su mochila al hombro en un afán por demostrar su autosuficiencia.
Jack Kerouac
Los Vagabundos del Dharma es, ante todo, un relato autobiográfico. Su protagonista, Ray Smith (una transposición del propio Jack Kerouac), conoce a Japhy Tyder (Gary Snyder), quien le aproxima al budismo, del que Kerouac había sabido gracias a la obra Walden, de Henry David Throeau. La novela relata los pasos que da el propio Ray ascendiendo una montaña, Matehorn Ray, con el deseo de encontrar un lugar apartado en la naturaleza donde poder sentirse libre al estilo de Thoreau y demostrarse a sí mismo que puede cumplir la máxima del Budismo: “La vida es sufrimiento”.
En este sentido, la naturaleza juega un papel muy importante en la obra., la comunión con ella; la vida al aire libre durmiendo en sacos en mitad de las montañas, del desierto o de un bosque. Existe una admiración por la naturaleza en los personajes. La descripción de los lugares en los que se encuentran es una especie de paraíso para ellos. La naturaleza sirve para poner en paz el alma a través de la meditación. Ésta es otra de las características que no falta en la obra. Los personajes meditan para poner en paz su alma y alcanzar un estado de bienestar y tranquilidad. Esa meditación los lleva a contemplar las cosas de una manera diferente. Observan las estrellas, las flores, perciben el susurro del viento en los árboles o el correr de un arroyo. Los vuelve más sensibles, ayuda a dar una imagen de ellos de paz y felicidad.
La novela está plagada de constantes metáforas hacia el encuentro del Dharma, esto es, la rueda de la verdad budista que todo hombre puede hacer consciente. Se trataba de un camino espiritual desconocido en Occidente, una puerta que daba acceso a un conocimiento, a una nueva forma de vivir más cercana a la naturaleza, según la cual la vida es concebida como un viaje impredecible que enajena la cómoda seguridad burguesa que tan pocas respuestas otorgaba a los jóvenes norteamericanos. Esta biblia metafísica de los hippies cuenta cómo vivían los beatnicks, entre fiestas interminables en las que leían poesía mientras se embriagaban con vino y marihuana y se desnudaban para bailar alrededor del fuego. Con todo, no todo era estar de fiesta, pues los pre hippies corrían más riesgos que los propios hippies.
En un intento por desmarcarse de todos los calificativos que la crítica vertían sobre el grupo de escritores beat, Jack Kerouac ofrece un significado religioso y místico del término: una imagen de bienestar con la naturaleza, de fraternidad entre las personas. Algo, en definitiva, totalmente distinto a los que presenta en En el camino.
Otro asunto importante para los autores de la Generación beat es el viaje, como manera de escapar de la sociedad del momento, una ruptura con la vida acomodada de la que disfrutaban la inmensa mayoría. Ray Smith realiza tres viajes distintos.El primero de ellos lo lleva desde California hasta San Francisco para visitar a Cody y Rosie. Rosie intenta suicidarse cortándose las venas debido a esta situación de paranoia en la que se encuentra y finalmente consigue burlar a Ray, se sube al tejado y cuando un agente de la policía agarrarla, se suelta y cae al vacío.
Sn su segundo viaje, Ray Smith es visitar a su familia en Carolina por Navidad. Este segundo viaje es interesante por que recorre el país desde la costa Oeste hasta la costa Este haciendo autostop con su mochila al hombro en un afán por demostrar su autosuficiencia.
El tercero es un viaje de vuelta desde Carolina del Norte hasta California pasando por Méjico. Tras pasar algunos días junto a Japhy en la cabaña de las montañas se marcha al pico Desolación para trabajar como guarda en la prevención de incendios al tiempo que Japhy parte hacia el Japón.
Este nuevo conocimiento y concepto de exigencia exigían una nueva forma de escribir simple y espontánea, exenta de juegos intelectuales. Kerouac emplea una prosa magistral y describe de forma vívida y exquisita los campos que recorre y la poco convencional espiritualidad de los paisajes.
Los vagabundos del Dharma es una obra muy reveladora de los rasgos distintivos del movimiento beat, un complemento indispensable de En el camino, pues junto a esta novela permite al lector un notable conocimiento de un movimiento, no sólo literario sino social, tan característico y determinante de una época irrepetible.
A.G.
Este nuevo conocimiento y concepto de exigencia exigían una nueva forma de escribir simple y espontánea, exenta de juegos intelectuales. Kerouac emplea una prosa magistral y describe de forma vívida y exquisita los campos que recorre y la poco convencional espiritualidad de los paisajes.
Los vagabundos del Dharma es una obra muy reveladora de los rasgos distintivos del movimiento beat, un complemento indispensable de En el camino, pues junto a esta novela permite al lector un notable conocimiento de un movimiento, no sólo literario sino social, tan característico y determinante de una época irrepetible.
A.G.