Una familia
feliz (2011)
David Safier
Nada parece
irle bien a la familia Van Kieren. La madre, Emma, se siente una fracasada. La
librería que regenta está en bancarrota y a punto de cerrar, y su marido,
Frank, trabaja demasiado y no tiene ni ganas ni tiempo de preocuparse de ella. Ada,
la hija adolescente de ambos, va de pena en el instituto, mientras el hijo
pequeño, Max, parece vivir encerrado en su propio mundo, en el que no parecen
existir más que sus cómics, mientras la chica de la que está enamorado no
encuentra mejor forma que corresponder a su amor que metiéndole la cabeza en el
váter.
Todo se
complica aún más cuando, después de una
fiesta de disfraces, una bruja hechiza a la familia al completo: transforma a
cada uno de ellos en el personaje del que van disfrazados a la fiesta. Emma es
una vampiresa, Frank es Frankestein, Ada una momia y Max el hombre lobo. De
esta guisa, la familia emprende un viaje rocambolesco en busca de la bruja, que
los llevará por medio mundo e incluso a conocer al mismísimo Drácula. Sin
embargo, la familia Van Kieren no conseguirá romper el maleficio hasta que cada
uno de ellos vuelva a creer en la felicidad familiar.
David Safier
llama nuestra atención sobre el valor de las cosas cercanas, a las que no
solemos conceder la importancia que merecen hasta que no somos capaces de
quitarnos la venda de los ojos y verlas desde una nueva perspectiva. Para ello
elabora el retrato de una familia que bien podría ser la nuestra, y cuyos miembros,
desde los padres al hijo más pequeño, se plantean en un cierto momento qué
pintan ellos en el mundo. Como no podría ser de otra manera, Safier también
presenta el choque generacional, la eterna disputa entre padres e hijos
adolescentes en el peor momento de la vida de un adulto, aquel en el que éste
se plantea qué ha sido de su vida y dónde han quedado sus anhelos y planes
vitales.
Una familia
feliz hace gala de los elementos más característicos de las novelas de David
Safier: un humor ágil e inteligente que jamás cae en la chabacanería; una
fantasía desbordante y sin embargo tan verosímil; la religión, en forma de
bromas, aunque en este novela no aparezca de un modo tan explícito como en Maldito
Karma o Jesús me quiere; y una aguda crítica social, mediante suaves pinceladas
que reflejan la crisis de valores de nuestro tiempo. Después de haber leído
todas las novelas de Safier, uno tiene la impresión de que la protagonista es
la misma en todas ellas: una mujer luchadora que busca un amor que parece
escapársele entre los dedos y trata de superar el fracaso profesional
resultante de haber abandonado su carrera por el cuidado de sus hijos.
Con todo, creo
que Una familia feliz es con diferencia la peor novela de las cuatro novelas de David Safier que he leído hasta la fecha. Con el paso de las páginas, el humor inicial va perdiendo
peso a favor de una intriga que, al ser un puro disparate, ha de resolverse de
un modo igualmente disparatado. La novela va de más a menos, a medida que el
elemento de crítica social pierde fuerza. Sin embargo, es una lectura fácil,
escrita en un estilo sencillo (quizá demasiado), pero con el sentimiento, humor
y honestidad que caracteriza a su autor.
A.G.