La
princesa de hielo (2008)
Camila
Läckberg
De
regreso a Fjällbacka, su pueblo natal, después del funeral de sus padres, la
escritora Erica Falck se encuentra con la trágica noticia de la muere de Alex
Wijkner, su amiga de la infancia. Un habitante del pueblo ha encontrado su
cuerpo en una bañera llena de agua. La casa está tan fría que se ha formado
hielo alrededor del cuerpo de la mujer. Sus muñecas cortadas apuntan a que ha
sido un suicidio.
Alex
Wijkner, de soltera Cargren, llevaba una semana muerta. Era la
copropietaria de una galería de arte en la ciudad y había crecido en la casa,
que aún pertenece a su familia. Últimamente había tenido la costumbre de pasar
los fines de semana en la casa familiar de Fjällbacka.
Erica
Falck, por su parte, es una conocida autora de biografías de prominentes
escritoras suecas y ha regresado a casa para terminar la ingrata tarea de
limpiar la casa de sus padres después del accidente de coche que las ha dejado
huérfanas a ella y a su hermana pequeña Anna. Alex había sido su mejor amiga
hasta el momento en que abandonó Fjällbacka, inesperadamente y sin previo aviso,
para vivir en el extranjero a la edad de diez años. Erica, sin embargo jamás entendió
el porqué de aquella huída.
Unos
días después, Erica visita a los padres de Alex para expresar sus condolencias
y ellos le piden que escriba un artículo conmemorativo sobre su hija para el
periódico local. Esto lleva a Erica a plantearse la posibilidad de escribir un
libro acerca de la vida y muerte de la hermosa pero inaccesible Alex. Será su
primera obra de ficción, aunque inspirada en la vida de su amiga, cuyo fin será
encontrar respuesta a las preguntas acerca de su amistad perdida.
Una
de las primeras entrevistas de Erica es con Francine, una amiga y copropietaria
de la galería de arte, que le dice a Erica que es imposible que Alex se
suicidara, pues esperaba un hijo y estaba exultante ante tal acontecimiento. En
efecto, la autopsia revelará que ha sido asesinada.
A
medida que empieza a investigar la vida de Alex en la época en que ella y su
familia desaparecieron de la ciudad y en los años posteriores, Erica se da
cuenta de que el bloqueo del escritor contra el que lleva luchando mientras trabajaba
en una biografía comienza a desaparecer. Mientras tanto, la muerte de Alex es
investigada por la policía local, encabezada por Bertil Mellberg, una figura
casi caricaturesca e inepta. Entre los miembros de su equipo se encuentra el
detective Patrik Hedstrom, un viejo amigo de Erica, de quien estuvo enamorado
en los días de la escuela. Su reencuentro reaviva el amor entre los ex
compañeros de clase, de tal forma que se inicia una relación entre ambos. Aunque
Patrik sigue sus propias sospechas sobre el caso, es sólo cuando Erica comienza
a colaborar con él en la investigación cuando la verdad comienza a emerger de
una pequeña ciudad con un pasado profundamente perturbador.
Erica
y Patrik descubren que Alex no era como ella la recordaba. A pesar de estar
casada, mantenía una extraña relación con un borracho del pueblo (un artista
dotado, pero un caso perdido) que resulta ser el sospechoso perfecto de su
asesinato. Pero más tarde hay otra muerte (otro suicidio imposible) y el caso
se complica aún más.
En
el curso de la novela, se revelan las vidas de muchos habitantes del pueblo. Conocemos
de esta manera a Sam, el desagradable y odiado cuñado de Erica. Está casado con
su hermana y quiere que Erica y Anna vendan su casa familiar para que toda la
familia pueda regresar a su casa de campo en Inglaterra. A Eilert Berg, el
pescador que encuentra el cuerpo de Alex e informa de su muerte, y que planea
en secreto escapar de su matrimonio de cincuenta años. A Anders Nilsson, un
artista alcohólico que jamás se lava ni se cambia de ropa, y que tuvo una
aventura con Alex; A Henrik Wijkner, el marido de Alex, que no resulta ser
quien parece al comienzo. A la anciana Nelly Lorentz, fría y rica, que
desprecia a Alex por razones desconocidas, aunque parece no sentir lo mismo por
su hermana Julia. A la madre de Anders Nilsson, que ha trabado durante años
para Nelly Lorentz, pero desea su muerte. Y a la misma Alex, que tiene secretos
que al ser revelados cambiarán las vidas de muchos habitantes de Fjällbacka.
Con
todo, el interés de Läckberg se centra, más que en el crimen y su resolución,
en la atmósfera, las relaciones y los secretos familiares. Erica se preocupa
por su hermana y tiene un amigo, Dan, cuyo matrimonio también afronta ciertas
presiones. Además, está la familia rica del pueblo. El hijo y heredero de la
fortuna desapareció hace quince años, mientras el hijo adoptivo no parece trigo
limpio. También está la hermana de Alex, mucho más joven que ella, un patito
feo en comparación con la hermosa princesa de hielo; la revelación de su identidad
resulta una gran conmoción. Läckberg hace gala de una buena caracterización. Patrick,
Erica y Anna son de carne y hueso y uno llega a preocuparse por sus diferentes
conflictos. Resultan creíbles, reales y humanos.
El
personaje más interesante y enigmático de la novela es Alex. Gracias a las
perspectivas de otros personajes, llegamos a saber ciertas cosas de ella. Conocemos
algunos de sus secretos y nos enteramos de mucho acerca de por qué era así. Sin
embargo, jamás llegamos a verla como una persona completa y tridimensional,
sino a través del prisma de otras perspectivas.
Tal
como ocurre en la vida real, hay algunos pequeños asuntos que no quedan
resueltos al final, y el lector no llega a saber porqué ciertas personas
simplemente no dicen la verdad. Camila Läckberg presentar varias subtramas
simultáneas y es capaz de hallar explicación a las diversas muertes que
acontecen. El pasado parece resuelto, aunque no parece haber reconciliación. La
revelación final del mayor secreto sorprende al lector con la profundidad de su
depravación, a la vez que evidencia el extremo al que ciertas personas son
capaces de llegar para mantener un secreto oculto.
La princesa de hielo tiene un toque de procedimental
policial, pero también se trata de una historia triste acerca del modo en que
el pasado afecta al presente. Uno de los puntos fuertes de la novela es el
sentido de lugar que crea su autora. Fjällbacka se hace real en cada página: sus
paisajes, sonidos y olores. Läckberg hizo un gran trabajo al crear un
sentimiento de vida en una pequeña comunidad donde todos se conocen y no hay secretos,
o al menos eso es lo que parece a primera vista.
Los
lectores acostumbrados a la novela negra clásica descubren en La princesa de hielo la presencia de unos
elementos que la convierten en un producto singular. Si bien la historia está
llena de acción, sus personajes revelan la vida real y se encuentran bien
alejados de los estereotipos clásicos. Se trata de gente ordinaria y realista
que se enfrenta a acontecimientos extraordinarios a su propia manera, a la manera habitual de afrontar situaciones
comprometidas. En ciertas ocasiones, cuando un personaje hace algo que podría
ser peligroso, lo hace con una cierta curiosidad inocente, más que mediante un
sentido heroico.
La princesa de hielo, la primera novela de la serie de Erica
Falck, fue ganadora del premio a la mejor novela de crimen internacional del
año (2008), concedido por Le Grand Prix de Littérature Policier. Segunda en ventas en Suecia, tan sólo
por detrás del malogrado Stieg Larsson, Camila Läckberg hace gala de un estilo
único y un sentido de la trama que la han convertido en un referente
internacional. No en vano, la novela ha sido traducida a más de veinticinco
idiomas.
A.G.
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