El guardián entre el centeno (1945)
J.D. Salinger
J.D. Salinger
El argumento de esta novela, que ha gozado de un éxito enorme a lo largo de varias generaciones, es bien sencillo: Holden Caufield es un niño rico, hijo de un abogado, que tiene dos hermanos: una niña muy inteligente, quizá demasiado, que habla como un adulto y hasta se permite aconsejar a Holden, y un hermano mayor que es escritor en Hollywood. Holden no es un joven muy aplicado. Casi nada le gusta. Es arisco y contradictorio, pues oscila entre la depresión y la alegría con la mayor facilidad, pero en el fondo tiene buen corazón. Es cariñoso (en especial con su hermana), pero se haya absolutamente desorientado por su rebeldía adolescente. Cuando es expulsado del colegio Pencey, donde estudia, apenas tres semanas antes de que terminen las clases, decide regresar a Nueva York y vagar por la ciudad para que sus padres no se enteren de su expulsión. La novela cuenta las diversas peripecias que le suceden: tiene una cita con una prostituta en un hotel, que más tarde le roba el dinero con la ayuda de su chulo; queda con una amiga, con la que va al cine; regresa a su casa a escondidas para hablar con su hermana; se aloja en casa de un profesor, de donde huye después de sorprender a éste acariciándole la cabeza mientras duerme, etc.
Se trata, a mi juicio, de un espléndido retrato psicológico, escrito con gran sensibilidad y valentía, pues afronta con la mayor solvencia un tema tan complicado como la adolescencia. Es esto precisamente, denominado “la idealización del adolescente” por buena parte de la crítica, uno de los asuntos más controvertidos de la novela. El debate se centra en la cuestión de si la rebeldía del personaje supone o no una transgresión. No hay que olvidar, como ya se apuntó, que Holden es un niño rico que durante su escapada dispone del dinero suficiente para permitirse ciertos lujos; no se encuentra en absoluto desamparado. El guardián entre el centeno retrata la desorientación de alguien que quiere rebelarse, pero no encuentra contra qué. Desde este punto de vista, Salinger critica las quejas injustificadas de los adolescentes, que ya en la época en que la novela fue escrita estaba bien nutrida, no carecía de bienes materiales, y se quejaba de forma injustificada. En definitiva, se critica la frivolización que supone dar importancia a naderías, algo en cierto sentido propio de la adolescencia, pero también bastante común de una sociedad occidental opulenta y caprichosa.
No obstante, una parte considerable de la crítica niega la existencia de esta rebeldía ficticia y, por el contrario, la califica como un acto de inconformismo ante lo existente, ante la hipocresía del mundo adulto. En efecto, Holden trata de actuar con una madurez de la que carece, que le lleva a realizar actos absurdos como fumar y beber, tal como hacen los adultas, o a entablar relaciones de amistad con gente mayor que él. Sin embargo, cuando se ve obligado a adoptar posturas de adulto, se da cuenta de que la situación lo desborda, pues en realidad es sólo un niño. En este sentido, Holden es un rebelde que no sabe contra quién rebelarse ni encuentra motivos para hacerlo. No es más que un niño rico, mimado y caprichoso que critica a los demás por no ser como él quiere.
En lo concerniente al aspecto formal de la novela, es preciso señalar que El guardián entre el centeno está escrito con un estilo simple, mediante la utilización de un lenguaje coloquial repleto de interjecciones y calificativos despreciativos de diversa índole. Un estilo distinto e interesante, a mi juicio, muy adecuado a la voz narrativa de la novela. No hay que olvidar que está contada en primera persona por un adolescente.
Para terminar, me gustaría decir que coincido con la idea bastante extendida de que la novela ha sido sobrevalorada, quizá porque se ha visto rodeada desde el comienzo de un halo de misterio. Mucho se ha hablado de que era la novela que estaba escribiendo el asesino de John Lennon cuando cometió tan execrable crimen, pero lo cierto es que cuando se lee resulta difícil comprender por qué la crítica ha tratado siempre de ver en ella algo más de lo que es en realidad y que he tratado de explicar más arriba. Creo que es una novela muy recomendable y entretenida, y muy americana. Imprescindible, sin duda, en una biblioteca que se precie.
A.G.
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