1984 (1949)
George Orwell
1984 es la antiutopía o distopía más célebre de todas cuantas fueron escritas durante la primera mitad del siglo XX. En ella, George Orwell (el seudónimo que Eric Arthur Blair adoptó en 1933) presenta un futuro en el que una dictadura totalitaria interfiere hasta tal punto en la vida privada de los ciudadanos que resulta imposible escapar a su control. La odisea de Winston Smith en un Londres dominado por el Gran Hermano y el partido único se puede interpretar como una crítica de toda dictadura, aunque en las analogías con el comunismo estalinista resultan evidentes, dada la trayectoria vital del autor.
La historia está ambientada en el año 1984. El mundo se halla dividido en tres bloques que evolucionaron del socialismo a mitad del siglo XX. Surgieron tendencias políticas opuestas unas a otras: Ingsoc en Oceanía, Neovolchevismo en Eurasia y Adoración de la muerte en Asia Oriental. Desde entonces, los tres bloques ideológicos se mantuvieron en guerra permanente, aliándose con unos u otros, pero convenciendo al pueblo de que el enemigo actual ha sido siempre el mismo. Este oponente representa el mal absoluto y por lo tanto, nunca fue ni será posible ningún acuerdo de paz. La guerra es necesaria para mantener el sistema. De esta manera, con la creencia de los habitantes de que la guerra es el tema primordial del estado, el poder evita mejorar las condiciones de vida de la población, que se haría de esta manera más inteligente y pondría en peligro la permanencia del sistema.
La historia se sitúa en la ciudad de Londres (Oceanía), una ciudad oscura y mediocre, si se exceptúan los cuatro ostentosos ministerios que son el centro de las acciones del estado: el Ministerio de la Verdad (ocupado de los documentos escritos que hacen a la historia), el Ministerio de la Paz (destinado a tratar los asuntos de guerra), el Ministerio del Amor (encargado de mantener la ley y el orden) y el Ministerio de la Abundancia (con competencias en economía).
El Ingsoc destruye la historia y obliga al pueblo a creer las mentiras que se les presentan como verdades. De este modo, aniquila el pasado, pues solo se mantiene en las pruebas escritas, documentos y si la memoria de las personas lo tiene presente. El partido conduce los sentimientos de las personas hacia el odio al enemigo de turno y el amor al Gran Hermano. Este Gran Hermano vigila las acciones y pensamientos de las personas desde una telepantalla que está ubicada en cada casa. La doctrina destruye todos los vínculos existentes entre las personas: la amistad, el amor de pareja y el amor entre padres e hijos. Mediante el adoctrinamiento, la propaganda, el miedo y el brutal castigo, el poder logra una obediencia ciega de todos los habitantes.
El protagonista es Winston Smith, un miembro del Partido Exterior que trabaja en el departamento de Registro del ministerio de la Verdad. Se dedica a reescribir los documentos históricos a favor del Partido. El está en contra de las ideas del mismo, cree que las cosas debieron ser diferentes alguna vez pero que ahora nadie lo recuerda y desea volver a esa época que representa para él una salida de la miseria con que lleva su vida. Piensa que los “proles”, la clase obrera, son los únicos que pueden derrocar al Ingsoc. Con la leyenda de una Hermandad, que quiere terminar con la doctrina actual, Smith sostiene su esperanza de que las cosas cambien y que algún día su infelicidad se termine.
Una camarada suya, Julia, que trabaja en el departamento de novela (otra sección del ministerio de la Verdad), le confiesa su amor, a espaldas del Partido y sus principios, y surge entre ellos una relación. Se reúnen asiduamente en una habitación de un barrio habitado por proletarios, aun sabiendo que existe un altísimo riesgo de ser descubiertos. Y que el castigo si los descubren será inhumano, tal como ocurre al final.
La novela, un espléndido ejemplo de la denominada “novela política de ficción”, impactó en la crítica mundial y ha sido leída por muchas generaciones diferentes. De hecho, 1984 cobra nueva vigencia en la sociedad actual, en la que el control a los ciudadanos se halla más perfeccionado que en ningún otro momento de la historia de la Humanidad. La obra ha influido notablemente en la cultura del siglo XX, tanto en su vertiente literaria como en la cinematográfica. De hecho, su mensaje continúa firme a pesar de que las ideas y las realidades han cambiado desde el año de su publicación.
1984 es un alegato a favor del valor de la libertad, de la lucha del hombre por recuperar su derecho a ser libre y recobrar su dignidad.
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George Orwell
1984 es la antiutopía o distopía más célebre de todas cuantas fueron escritas durante la primera mitad del siglo XX. En ella, George Orwell (el seudónimo que Eric Arthur Blair adoptó en 1933) presenta un futuro en el que una dictadura totalitaria interfiere hasta tal punto en la vida privada de los ciudadanos que resulta imposible escapar a su control. La odisea de Winston Smith en un Londres dominado por el Gran Hermano y el partido único se puede interpretar como una crítica de toda dictadura, aunque en las analogías con el comunismo estalinista resultan evidentes, dada la trayectoria vital del autor.
La historia está ambientada en el año 1984. El mundo se halla dividido en tres bloques que evolucionaron del socialismo a mitad del siglo XX. Surgieron tendencias políticas opuestas unas a otras: Ingsoc en Oceanía, Neovolchevismo en Eurasia y Adoración de la muerte en Asia Oriental. Desde entonces, los tres bloques ideológicos se mantuvieron en guerra permanente, aliándose con unos u otros, pero convenciendo al pueblo de que el enemigo actual ha sido siempre el mismo. Este oponente representa el mal absoluto y por lo tanto, nunca fue ni será posible ningún acuerdo de paz. La guerra es necesaria para mantener el sistema. De esta manera, con la creencia de los habitantes de que la guerra es el tema primordial del estado, el poder evita mejorar las condiciones de vida de la población, que se haría de esta manera más inteligente y pondría en peligro la permanencia del sistema.
La historia se sitúa en la ciudad de Londres (Oceanía), una ciudad oscura y mediocre, si se exceptúan los cuatro ostentosos ministerios que son el centro de las acciones del estado: el Ministerio de la Verdad (ocupado de los documentos escritos que hacen a la historia), el Ministerio de la Paz (destinado a tratar los asuntos de guerra), el Ministerio del Amor (encargado de mantener la ley y el orden) y el Ministerio de la Abundancia (con competencias en economía).
El Ingsoc destruye la historia y obliga al pueblo a creer las mentiras que se les presentan como verdades. De este modo, aniquila el pasado, pues solo se mantiene en las pruebas escritas, documentos y si la memoria de las personas lo tiene presente. El partido conduce los sentimientos de las personas hacia el odio al enemigo de turno y el amor al Gran Hermano. Este Gran Hermano vigila las acciones y pensamientos de las personas desde una telepantalla que está ubicada en cada casa. La doctrina destruye todos los vínculos existentes entre las personas: la amistad, el amor de pareja y el amor entre padres e hijos. Mediante el adoctrinamiento, la propaganda, el miedo y el brutal castigo, el poder logra una obediencia ciega de todos los habitantes.
El protagonista es Winston Smith, un miembro del Partido Exterior que trabaja en el departamento de Registro del ministerio de la Verdad. Se dedica a reescribir los documentos históricos a favor del Partido. El está en contra de las ideas del mismo, cree que las cosas debieron ser diferentes alguna vez pero que ahora nadie lo recuerda y desea volver a esa época que representa para él una salida de la miseria con que lleva su vida. Piensa que los “proles”, la clase obrera, son los únicos que pueden derrocar al Ingsoc. Con la leyenda de una Hermandad, que quiere terminar con la doctrina actual, Smith sostiene su esperanza de que las cosas cambien y que algún día su infelicidad se termine.
Una camarada suya, Julia, que trabaja en el departamento de novela (otra sección del ministerio de la Verdad), le confiesa su amor, a espaldas del Partido y sus principios, y surge entre ellos una relación. Se reúnen asiduamente en una habitación de un barrio habitado por proletarios, aun sabiendo que existe un altísimo riesgo de ser descubiertos. Y que el castigo si los descubren será inhumano, tal como ocurre al final.
La novela, un espléndido ejemplo de la denominada “novela política de ficción”, impactó en la crítica mundial y ha sido leída por muchas generaciones diferentes. De hecho, 1984 cobra nueva vigencia en la sociedad actual, en la que el control a los ciudadanos se halla más perfeccionado que en ningún otro momento de la historia de la Humanidad. La obra ha influido notablemente en la cultura del siglo XX, tanto en su vertiente literaria como en la cinematográfica. De hecho, su mensaje continúa firme a pesar de que las ideas y las realidades han cambiado desde el año de su publicación.
1984 es un alegato a favor del valor de la libertad, de la lucha del hombre por recuperar su derecho a ser libre y recobrar su dignidad.
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A.G.
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