¡Absalón, Absalón! (1936)
William Faulkner
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Con ¡Absalón, Absalón!, W. Faulkner regresa a su universo de afanes dinásticos, aciagos patriarcados, atormentadas conciencias y atmósferas tan febriles como asfixiantes del condado de Yoknapatawpha, su ficticio microcosmos literario.
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¡Absalón, Absalón! es la historia de la perturbada ambición del maquiavélico terrateniente Thomas Sutpen (de quien, como es habitual en los protagonistas de Faulkner, no llegamos jamás a conocer nada que no sea la idea que otros se hicieron de él) y de la tragedia con la que culmina la envenenada relación de ultrajes, incestos, ciegos prejuicios, honor corrupto, recelos racistas y sangre derramada entre Sutpen, sus hijos legítimos Henry y Judith -que tuvo con Helen Coldfield- y su hijo repudiado, Charles Bon. Faulkner narra los acontecimientos ocurridos a estos personajes antes, durante y después de
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Esta laberíntica trama está inspirada en el episodio bíblico de Samuel, 2: 13-19, que cuenta cómo Absalón, hijo de David, mata a su hermano Amnón por haber forzado a su hermana Tamara.
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Faulkner regresa con esta obra al estilo polifónico de las narraciones apócrifas contrapuestas, los monólogos interiores y la sintaxis desquiciada por las sinuosidades del pensamiento y la presencia de estructuras codificadas como versículos bíblicos, cartas, fórmulas de la novela negra o el folletín victoriano o sermones, las dilatadas elipsis y las subversiones temporales. De hecho, el texto está enmarañado de voces trenzadas en el tiempo por narradores confusos que hablan y piensan a la vez.
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El mundo propio de ricas y trágicas relaciones que preside ¡Absalón, Absalón! hace que la novela pueda verse como un claro precedente de Cien años de soledad, la épica novela de García Márquez. Eso sí, Faulkner cuenta en esta obra ad infinitum la misma y obsesiva historia. Ahora bien, lo hace en cada ocasión con un caudal de datos oscuros, más que hechos, y con resonancias o consecuencias de esos hechos, de manera que la lectura se hace complicada, casi imposible. De hecho, parece que Faulkner evocara, en vez de narrar.
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¡Absalón, Absalón! es una novela ambigua y enigmática de gran complejidad técnica acerca del amor, la venganza, el honor y el racismo. Una gran obra, aunque no apta para los que no estén ya iniciados en Faulkner. Resulta imprescindible haber leído antes algunas obras “más fáciles” de su autor, como Luz de agosto o la “Trilogía de los Snopes”, antes de abordar esta que nos ocupa o El ruido y la furia, la que a mi juicio es su obra maestra.
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A.G.