Al este del Edén (1952)
John Steinbeck
Dos hombres con sus respectivas familias
se establecen en el Valle de Salinas. A Samuel Hamilton le acompaña su esposa
desde su Irlanda natal. Los Hamilton se convertirán en una familia prominente
en el valle. El otro hombre, Adam Trask, llega acompañado de su mujer, Cathy,
que está embarazada. Antes vivía en una granja de Connecticut con su
hermanastro Charles. Ambos son hijos de Cyrus, un hombre con un pasado dudoso, tas
cuya muerte heredan los hermanos un patrimonio inesperado, probablemente robado
durante el tiempo en que trabajó de administrador para el Ejército de EEUU.
Charles y Adam no han conseguido llevarse bien a pesar de la fortuna que han
heredado. Charles está disgustado con el matrimonio de su hermano con Cathy, a
quien encontraron un día media muerta a la puerta de su rancho. Cathy, en un
tiempo prostituta, había matado a sus padres y robado su dinero. Aunque Charles
desprecia a Cathy, la permite entran en su cama después de que ésta haya
drogado a Adam en su noche de bodas.
Una vez han llegado a California, Cathy intenta
sin éxito abortar para evitar cualquier nexo de unión con su marido. Finalmente
da a luz a dos gemelos, Aron y Caleb (Cal). Cathy no se preocupa por ellos y
aprovecha la primera oportunidad para marcharse de la casa, no sin antes
disparar a Adam.
Cathy se establece en Salinas, dispuesta
a retomar su vida como prostituta. En el burdel se gana la confianza de la
dueña, Faye, y no para hasta envenenarla. Hace creer a los médicos y las otras
prostitutas que ha fallecido de muerte natural. Cathy asume entonces el control
del burdel y comienza a sobornar a los hombres ricos de la región con
fotografías que los muestran realizando actos sexuales sadomasoquistas con ella
y sus prostitutas. Para proteger a Adam y sus dos gemelos, ni Samuel Hamilton
ni su criado, el sabio chino Lee, les cuentan que su madre trabaja en un
burdel.
A medida que van creciendo, los gemelos
manifiestan sus distintas personalidades. Aron comparte el buen corazón de su
padre, mientras Cal exhibe la crueldad y tendencia a la manipulación de su
madre. Durante la adolescencia, sin embargo, Cal lucha denodadamente contra su
lado oscuro y ruega a Dios que le haga más como Aron. Adam, mientras tanto,
permanece instalado en la melancolía y apático durante años después de la
marcha de Cathy. Para librar a Adam de su desánimo, Samuel finalmente le dice
la verdad acerca de Cathy. Samuel muere poco tiempo después.
Tras el funeral de Samuel, Adam visita a
Cathy en el burdel. Su cuerpo deteriorado y su habla cínica y vulgar hacen que
Adam se dé cuenta de que puede olvidarla y mirar hacia adelante, puesto que
ella es una criatura repugnante que se ha convertido en alguien irrelevante en
su vida. Cathy, sin embargo, está desesperada por retener su poder su Adam.
Incluso se ofrece a tener sexo con él para retenerlo en el burdel y demostrar
que ya no es mejor que ella. Adam se niega y la deja con una sonrisa.
Después de su triunfo sobre Cathy, Adam
se convierte un padre más alegre y comprometido con sus hijos. Adam decide que
la familia deje el rancho y se trasladan a la ciudad de Salinas, de tal forma
que Aron y Cal puedan ir a la escuela. Aron comienza una relación con Abra, la
hija de un corrupto supervisor del condado. Cal continúa luchando con su lado
oscuro, y cuando finalmente descubre la verdad acerca de su madre, cree que el
mal se le ha transmitido a él mismo. Pero Lee, que ha investigado la historia
bíblica de Caín y Abel, le hace saber a Cal que Dios pretende que cada
individuo elija su propio destino moral más que esté constreñido por el legado
de sus padres. Esta idea, encapsulada en el término hebreo timshel, que significa tú
puedes, contrarresta la idea fatalista de Cal de que ha heredado el mal y
el pecado de su madre.
Aron se retira gradualmente al fervor
religioso para protegerse de la corrupción del mundo. Adam, mientras tanto,
dilapida la fortuna familiar en una intrépida aventura financiera relacionada
con el envío de verduras congeladas. Aron termina la escuela secundaria y se
marcha a la Universidad de Stanford. Adam echa de menos a Aron, al que
considera más inteligente y ambicioso que Cal. Mientras tanto, Cal, en
colaboración con Will Hamilton, uno de los hijos de Samuel, trabaja en secreto
para recuperar la fortuna de su padre. Cal también espera hacer el suficiente
dinero para pagar la universidad de Aron.
Aron, que no es feliz en Stanford,
regresa a Salinas en Acción de Gracias. Adam está entusiasmado con el regreso
de Aran, pero consternado por el regalo de Cal, que ha hecho miles de dólares
gracias a un negocio de dudosa ética. Adam considera ese dinero deshonesto y le
dice a Cal que se lo devuelva a los granjeros a los que se los robó. Furioso y celoso de la obvia
preferencia que siente Adam por Aron, Cal pierde el control y le cuenta a Aron
la verdad acerca de su madre. Cal lleva a Aron al burdel para mostrarle que Cathy
está aún viva. La revelación machaca al frágil Aron, que huye despavorido. El
día siguiente se alista en el ejército, mientras Cathy, horrorizada por la reacción
de su hijo con ella, se suicida ingiriendo una alta dosis de morfina. En su
testamento lega toda su fortuna –parte de ella heredada de Charles, y parte
ganada mediante el soborno y la prostitución– a Aron.
Cuando Adam descubre que Aron se ha alistado,
entra en un estado de shock. Lee le habla a Cal de la idea de timshel y le recuerda que, a pesar de su
culpa, es un ser humano como los demás, con sus imperfecciones, y no una
encarnación del mal. Cal se siente mejor y es capaz de comenzar una relación
con Abra, que ya no está enamorada de Aron.
Pero la familia recibe un telegrama que
informa de que Aron ha muerto en el campo de batalla. Adam sufre un ataque al
enterarse y Lee lleva a Abra y Cal a ver a Adam en su lecho de muerte. Lee
informa a Adam de que Cal, abatido por la culpa, le habló a Aron de su madre
sólo porque Cal estaba convencido de que su padre amaba a Aron más que a él.
Lee le pide a Adam que ofrezca su bendición a Cal. Momentos antes de espirar,
Adam levanta la mano y suspira timshel.
Al
este del Edén,
una épica apasionada y excitante, recrea la historia del Génesis a través de
las vidas entrelazadas de los Trask y los Hamilton. El resultado en una saga
puramente americana ambientada en la tierra natal de Steinbeck. El Valle de
Salinas es un nuevo mundo, idílico y duro, al que canta Steinbeck con una
nostalgia personal impregnada por el conocimiento de que este valle es un lugar
tanto para la tragedia como el triunfo.
Los Trask y los Hamilton intentan crear unos
paraísos personales que puedan soportar los desafíos inevitables de la
existencia humana, peleando con la contradicción entre el deseo de someterse a
Dios y la tradición y la necesidad humana de autorrealización y logro. No hay
que olvidar que buena parte de las raíces de los Estados Unidos se encuentran
en Europa. La nueva nación se creó gracias a la absorción del trabajo de
inmigrantes de todo el mundo, en especial del viejo continente. Gentes que
buscaron en América liberarse de las cadenas del pasado y lograr la ansiada
libertad personal.
En este sentido, podemos afirmar que Al este del Edén logra explicar las
luchas y anhelos fundamentales de la humanidad. La novela es tremendamente
realista e incluso fatalista en su descripción de la habilidad del ser humano
por herir a los demás y a uno mismo, a la vez que en la celebración de la
perseverancia, el amor duradero y el noble anhelo de ser cada vez mejor. Podemos
concebirla, por tanto, como una obra de profundo optimismo sobre la capacidad del
ser humano de triunfar sobre la adversidad y determinar su propio destino. Una
obra imprescindible para comprender la condición humana y, en un plano menos
general, los orígenes de la realidad de ese inmenso país, tan nuevo en algunos
aspectos pero tan reconocible para un lector europeo, como es los Estados Unidos
de América. Una obra maestra de uno de los más grandes escritores del siglo XX.
A.G.