El olor de la
noche (2005)
Andrea
Camilleri
En esta
ocasión el comisario Montalbano se ve envuelto involuntariamente en un caso
peliagudo del que sus superiores querían alejarle. Se trata de la desaparición
de Emanuele Gargano, un anciano asesor financiero, y su ayudante. Ambos son sospechosos
de haber cometido una estafa de tipo piramidal. Aunque a Montalbano no le guste
mucho tratar con asuntos financieros, no le quedará más remedio que implicarse
cuando Mariastella Consentino, la secretaria de Gargano, es asaltada a punta de
pistola por Salvatore Garzullo, un respetable ciudadano de Vigàta que quiere
que le devuelvan su dinero.
Montalbano
averigua que, en efecto, el propietario de la empresa se ha esfumado con los
ahorros de toda la vida que un buen número de jubilados del pueblo le habían
confiado al “mago de las finanzas” recientemente afincado en Vigàta. Se cree que
su ayudante, o bien ha sido asesinado (se supone que la Mafia, como es natural,
no anda lejos), o vive a cuerpo de rey en alguna isla tropical.
En esta
ocasión Montalbano no puede contar para su investigación con su leal asistente
Mimi Augello, quien como es habitual tiene problemas de faldas que requieren toda
su atención. Por si fuera poco, el comisario tiene que apañárselas con las
habituales disputas telefónicas con Livia, su novia a larga distancia, quien
esta vez le acusa de haberle estropeado su jersey favorito. Y para que no digamos
que falta otro de los elementos fundamentales de la serie, volvemos a
encontrarnos con las detalladas descripciones de platos de comida de los que
tanto disfruta nuestro buen comisario y a las que muchos de sus lectores nos
gustaría clavarles el diente a medida que nos encontramos con ellas, salpicadas
a lo largo de la narración. Si todo esto lo aderezamos con unas pizcas de
política y seducción, encarnada por la atractiva Mariastella (una maestra de la
comunicación no verbal y el chantaje sexual), y le añadimos las irrisorias
escenas del inefable Catarella, voilà… otra pieza deliciosa de nuestro adorable
Camilleri.
A.G.
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