Presentación

La pintura de la voz (palabras con que el filósofo y escritor francés François-Marie Arouet, más conocido como Voltaire, calificó el arte de la escritura) nace con la pretensión de ser un lugar de intercambio de opiniones sobre literatura.
Cuando el tiempo me lo permita, iré publicando noticias interesantes del mundo literario, comentarios de libros que he leído recientemente, de mis obras favoritas, etc
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miércoles, 7 de julio de 2010

Sorpresas gratas: Trampa 22


Trampa 22 (1961)

Joseph Heller


La novela trata de las peripecias de un grupo de soldados norteamericanos, pertenecientes al Escuadrón de combate 256, en un campamento en la isla de Pianosa, al sur de Italia. La acción se desarrolla durante los últimos meses de la Segunda Guerra Mundial. Desde allí parten con sus aviones para bombardear objetivos militares alemanes.


La trama se centra en el piloto Yossarian, a quien tras una larga carrera de servicio, le llega el límite de vuelos permitido en el combate aéreo. Pero lejos de poder librarse, tanto él como sus compañeros comprueban horrorizados que se les aumenta una y otra vez el número de misiones, para mayor gloria militar de su jefe, el coronel Cathcart, quien desea ser ascendido a general. Yossarian intenta, entonces, pasarse por loco e incluso finge enfermedades imaginarias como las que han contraído otros militares, a fin de evitar más vuelos en los aviones B-25 (En este sentido, me gustaría resaltar el glorioso capítulo en el que el protagonista finge que no ve nada y más tarde se hace pasar por un enfermo, del que había copiado la enfermedad, y como si fuera éste, quien fatalmente ha muerto, ha de soportar la visita de su familia. Un episodio desternillante).


La respuesta que recibe Yossarian es que sólo los locos aceptan misiones aéreas. Por lo tanto, su deseo de ser excusado de realizar vuelos de combate demuestra que él está sano y que, así pues, es apto para seguir volando. Paradójicamente, cualquier aviador que desea volar en dichas operaciones demuestra implícitamente que está loco y no es apto para volar. Por tanto, debe ser excusado. Ahora bien, para ser excusado no necesita más que solicitarlo, pero no pueden hacerlo, pues si lo hiciera caería en la trampa 22 (catch 22) y se demostraría que está cuerdo, puesto que ningún loco presentaría una queja. En definitiva, no hay elección posible ni manera de escapar al sistema. El término catch 22 tuvo tal éxito que ha pasado a formar parte del lenguaje, para expresar una situación sin salida ni solución posible; una situación en la que el sujeto se ve afectado por una regla en la que cualquier alternativa que elija le acaba perjudicando.


Joseph Heller se sirvió de de su experiencia como piloto de bombardero del ejército de Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial, con destino en la isla de Córcega, para escribir una las grandes novelas satíricas de todos los tiempos. Trampa 22 es una novela original, con un sentido del humor corrosivo y brillante en la que se mezcla el humor más absurdo con momentos de crudo realismo, entre los que me gustaría destacar el capítulo dedicado a la estancia del protagonista en Roma. Heller elabora un relato cruel y despiadado de la vida miserable de la ciudad que resulta conmovedor.


Esta obra está incluida en la mayoría de las listas anónimas que enumeran las novelas imprescindibles del siglo XX, pero por desgracia yo no había tenido hasta hace bien poco la oportunidad de leerla. Era muy escéptico al principio sobre su calidad, quizá porque es una novela poco conocida en España, donde fue prohibida tras su publicación en Estados Unidos, donde causó gran sensación. Cuando fue permitida por la censura, el interés en ella había decaído y la publicación de su traducción pasó casi inadvertida. Sin embargo, ha sido reeditada recientemente. Yo la leí en una edición de 2010 y pude disfrutar, para mi sorpresa, de una novela que en efecto merece encontrarse entre las diez mejores novelas norteamericanas del siglo XX y quizá sea la mejor sátira antibelicista de la literatura universal. De hecho, la novela no tardó en convertirse en el libro de cabecera del movimiento pacifista de los años sesenta.


Trampa 22 aborda principalmente el tema de la sinrazón bélica, aunque no duda en criticar airadamente asuntos como el avasallamiento burocrático, el dinero y las leyes. La novela retrata el miedo de los soldados, su deseo incontenible de salvar el pellejo muy por encima de ganar la guerra o sus propios intereses personales y económicos. Los mandos, por su parte, muestran una absoluta despreocupación por lo que pueda ocurrirles a sus soldados y no dudan en someterlos a cualquier peligro con tal de ganar prestigio y la injusta recompensa del ascenso en la carrera militar.


Lo cierto es que no parece que para Yossarian haya otra salida que escapar, para lo cual emprende una huida demente y absurda que proporciona a la novela un final inesperado y sorprendente, aunque de una enorme energía. Desde luego, toda la novela está repleta de flashbacks, cambios de ritmos, paradojas y contradicciones que no dejan de sorprender. Y, por eso, no podría tener un final convencional, que desde luego se encuentra a la altura de todo el libro.


La novela fue llevada a la gran pantalla en 1970, bajo la dirección de Mike Nichols, con guión de Buck Henry, y protagonizada por actores de la talla de Orson Welles, Anthony Perkins, Alan Arkin (en el papel de Yossarian), Jon Voight y Martin Sheen. La banda sonora del film fue compuesta por Richard Strauss. No he tenido la oportunidad de ver la película, no me planteé jamás hacerlo antes de leer el libro, y dudo que lo haga, pues tengo entendido que desvirtúa en exceso la novela original, una lectura que recomiendo a todos los amanes de la literatura.


A.G.


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