Hijo Nativo (1940)
Richard Wright
Bigger Thomas es un negro pobre y sin
estudios de veinte años de edad que vive en el Chicago de los años 30. Criado
en el clima de profundo prejuicio racial de la época, Bigger está convencido de
que no tiene control alguno sobre su vida y no puede aspirar a nada sino a
trabajos no especializados y mal pagados. Es un tipo inteligente, pero a
diferencia de su hermana y su madre, no desea aceptar la religión en su vida
como modo de sobrevivir a la miseria de su existencia. Su madre le insiste en
que acepte un trabajo en casa de un hombre rico llamado Dalton, pero él
prefiere planear con sus amigos el robo a la tienda de un hombre blanco. Bigger
y su panda han robado en muchos negocios regentados por negros, pero nunca han
intentado robar a un blanco. Bigger no ve a los blancos como individuos, sino
como una fuerza opresora natural. Su miedo al enfrentamiento le supera, pero en
vez de admitir su temor, ataca violentamente a un miembro de su banda para
sabotear el robo. A Bigger no le queda entonces más opción que aceptar un
trabajo como chófer de los Dalton.
El señor Dalton tiene una importante
participación de la empresa que posee el edificio en el que vive la familia de
Bigger. El señor Dalton y otros ricos propietarios están robando a los pobres
inquilinos negros del South Side de Chicago. De hecho, se niegan a permitir que
los negros alquilen pisos en los barrios de mayoría blanca, lo cual lleva a una
superpoblación y unos alquileres artificialmente altos en el South Side, de
mayoría negra. El sr. Dalton se ve, sin embargo, como un benévolo filántropo,
puesto que dona dinero a escuelas de negros y ofrece trabajo a los jóvenes negros
como Bigger. El sr. Dalton practica su simbólica filantropía para aliviar su
culpa por explotar a los negros.
Mary, la hija del sr. Dalton, atemoriza
y enfada a Bigger al ignorar los tabúes sociales que gobiernan las relaciones
entre las mujeres blancas y los hombres negros. En su primer día de trabajo,
Bigger lleva en coche a Mary para encontrarse con Jan, su novio comunista.
Deseoso de demostrar sus ideales progresistas y la tolerancia racial, Mary y
Jan obligan a Bigger a llevarlos a un restaurante del South Side. A pesar del
embarazo inicial de Bigger, piden bebidas y con el paso de los minutos, los
tres se emborrachan. Bigger los lleva en coche por la ciudad. De vuelta a casa,
Mary está demasiado borracha para subir sola a su habitación, por lo que Bigger
le ayuda a subir las escaleras. Borracho y excitado por su inesperado
proximidad a una joven blanca, Bigger comienza a besar a Mary. Justo cuando
Bigger pone a Mary en la cama, la madre ciega de Mary entra en la habitación.
Aunque no puede ver, su presencia fantasmagórica asusta a Bigger, que teme que
Mary pueda revelar su presencia. Así pues, le cubre la cara con una almohada y
la asfixia accidentalmente hasta matarla. Sin saber que Mary ha sido asesinada,
la sra. Dalton vuelve a su habitación. Bigger intenta ocultar su crimen
quemando el cuerpo de Mary en la caldera de los Dalton. Decide intentar
servirse del prejuicio de los Dalton contra los comunistas para implicar a Jan
en la desaparición de Mary. Bigger cree que los Dalton asumirán que Jan es peligroso
y que pudo haber secuestrado a su hija por razones políticas. Bigger trata de
eludir la sospecha jugando el papel de un siervo negro tímido e ignorante que
sería incapaz de cometer tal acto.
La novia de Bigger, Bessie, hace un
comentario de pasada que le da a Bigger la idea de pedir un rescate a los
Dalton. Bigger escribe una carta haciendo uso del odio que los Dalton sienten
por los comunistas y la firma con el nombre de ”Rojo”. También obliga a Bessie
a tomar parte en el plan, pero entonces encuentran los huesos de Mary en la
caldera, y Bigger se ve obligado a huir y refugiarse con Bessie en un edificio
abandonado. Bigger viola a Bessie y, temiendo que ella pueda dejarlo, la golpea
con un ladrillo, después de que se ha quedado dormida, hasta matarla.
Tras una persecución asfixiante, Bigger
es capturado. La opinión pública determina su culpabilidad y castigo antes
siquiera de que empiece el juicio. El furioso populacho da por sentado que
violó a Mary antes de matarla y quemó su cuerpo para esconder la evidencia de
la violación. Además, las autoridades y el pueblo blanco utilizan el crimen de
Bigger como una excusa para aterrorizar a todo el South Side. Jan visita a
Bigger en la cárcel y le dice que entiende cómo asustó, enfadó y hasta avergonzó
a Bigger mediante su violación de los tabúes que rigen las tensas relaciones
sociales. Jan encomienda a su amigo Boris A. Max la defensa gratuita de Bigger.
Él y su abogado hablan a Bigger como un ser humano, y Bigger comienza a ver a
los blancos como individuos y a sí mismo como su igual.
Max trata de salvar a Bigger de la pena
de muerte, alegando que aunque su cliente es responsable de su crimen, es
esencial reconocer que es un producto del medio en que vive. Parte de la culpa
de los crímenes de Bigger pertenece a la existencia temerosa y desesperada que
ha vivido desde que nació en una sociedad racista. Max advierte que habrá más
hombres como Bigger si América no pone fin al círculo vicioso de odio y
venganza. A pesar de los argumentos de Max, Bigger is condenado la pena de muerte,
que afronta con dignidad. Logra que su noticia sea conocida, lo cual los eleva,
tanto a él como a su historia, a un tono verdaderamente trágico. En una
descorazonadora conclusión, Bigger entiende que su vida ha sido malgastada.
También llega a aceptar el hecho de que hay más hombres como él, y que el
sistema seguirá produciendo hombres jóvenes que jamás alcanzarán su máximo
potencial, pues la sociedad no los ve sino como una carga desechable.
Aunque Bigger no es en modo alguno un
héroe tradicional, Wright obliga al lector a introducirse en la mente de Bigger
y entender los efectos devastadores de las codiciones sociales en las que se ha
criado. Bigger no nació como un criminal violento. Es un “hijo nativo”, un
producto de la cultura americana y la violencia y el racismo que la invade.
Hijo
nativo
aborda temas de enorme interés. En primer lugar, podemos señalar la relación
entre la ceguera y la arrogancia, que se entretejen del mismo modo que las
historias del Edipo Rey, de Sófocles.
El increíble orgullo y la indignación de Bigger a menudo le ciegan, le impiden
ver la realidad; del mismo modo que la riqueza y la complacencia se manifiestan
en la ceguera física de la sra. Dalton. Tanto los ciegos Dalton como la ciega y
enojada muchedumbre de la sala de juicios sirven como ejemplos del racismo
americano. Del mismo modo que Bigger es ciego a su potencial, la América blanca
es ciegamente inconsciente de los sufrimientos del racismo y la pobreza.
Otro tema esencial es la identidad, que
es desarrollado en el Libro Tres principalmente en las escenas en que Bigger se
prepara para afrontar su muerte en la silla eléctrica. En estos momentos finales
Bigger debe luchar para reconciliarse con lo que ha hecho y con la persona en
que se ha convertido. En este sentido, la crisis de identidad de Bigger es
sobre todo una lucha para separar sus propias impresiones de las proyecciones
de la sociedad racista que lo rodea. Además, tras su rechazo de la religión,
Bigger tiene la carga existencial de buscar el significado de la vida sin el
tradicional apoyo ofrecido por la Iglesia u otras estructuras sociales.
Otro tema, quizá menos importante, que
hallamos en la novela es el de la locura, desarrollado en los Libros Dos y
Tres. Después de que Bigger mata a Mary Dalton, su mente se dispara y, a la vez
que su enojo atizado por su ego, también teme que está perdiendo el control de
su mente. Mientras huye de las autoridades, tiene la esperanza de que poder
estar huyendo de su locura, de su falta de control sobre su vida. Cuando mata a
Bessie, también tiene la falsa esperanza de que esta acción remplace el
asesinato accidental de Mary, puesto que es intencionado; y espera que este
aspecto “intencionado” del acto lo devuelva al control de su mente. Sin
embargo, el segundo asesinato no hace si acrecentar la locura que ya lo domina.
En estrecha relación con el tema de la
locura, nos encontramos el de la huida psicológica, que aparece a lo largo de
toda la obra. Muchas de las ideas morales y políticas de Wright, derivadas de
su ideología comunista, no lograron jamás la aceptación común entre sus
lectores mayoritariamente norteamericanos. Mientras Wright traza distinciones
superficiales entre Bessie y Ma, la madre de Bigger, su filosofía reduce tanto
el alcoholismo de Bessie como la ardiente religión de Ma a “huidas” de la
realidad.
Hijo
nativo
es un libro cruel, cautivador e inolvidable. A mi juicio es, además, imprescindible
para comprender la realidad norteamericana y para desentrañar la intangible
complejidad del ser humano, de sus miserias y grandezas, sus vicios y
sentimientos. Junto a El hombre invisible,
que también reseñamos aquí, la grandiosa novela de Richard Wright supone una
contribución singular al vano intento humano de racionalizar la complejidad de
la lucha por la igualdad racial que, por desgracia, no ha terminado aún en
nuestros días. Por todo ello, recomiendo encarecidamente la lectura de esta novela.
Richard Wright alcanzó la fama como
escritor gracias a Hijo nativo, su
primera novela. Aunque escribió muchas otras obras, tanto de ficción como de no
ficción, a su muerte en 1960 gran parte de sus obituarios se refirieron a él
como el autor de esta única novela.
A.G.
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