Presentación

La pintura de la voz (palabras con que el filósofo y escritor francés François-Marie Arouet, más conocido como Voltaire, calificó el arte de la escritura) nace con la pretensión de ser un lugar de intercambio de opiniones sobre literatura.
Cuando el tiempo me lo permita, iré publicando noticias interesantes del mundo literario, comentarios de libros que he leído recientemente, de mis obras favoritas, etc
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domingo, 1 de junio de 2014

Lecturas recientes: Hijo nativo


Hijo Nativo (1940)
Richard Wright

Bigger Thomas es un negro pobre y sin estudios de veinte años de edad que vive en el Chicago de los años 30. Criado en el clima de profundo prejuicio racial de la época, Bigger está convencido de que no tiene control alguno sobre su vida y no puede aspirar a nada sino a trabajos no especializados y mal pagados. Es un tipo inteligente, pero a diferencia de su hermana y su madre, no desea aceptar la religión en su vida como modo de sobrevivir a la miseria de su existencia. Su madre le insiste en que acepte un trabajo en casa de un hombre rico llamado Dalton, pero él prefiere planear con sus amigos el robo a la tienda de un hombre blanco. Bigger y su panda han robado en muchos negocios regentados por negros, pero nunca han intentado robar a un blanco. Bigger no ve a los blancos como individuos, sino como una fuerza opresora natural. Su miedo al enfrentamiento le supera, pero en vez de admitir su temor, ataca violentamente a un miembro de su banda para sabotear el robo. A Bigger no le queda entonces más opción que aceptar un trabajo como chófer de los Dalton.

El señor Dalton tiene una importante participación de la empresa que posee el edificio en el que vive la familia de Bigger. El señor Dalton y otros ricos propietarios están robando a los pobres inquilinos negros del South Side de Chicago. De hecho, se niegan a permitir que los negros alquilen pisos en los barrios de mayoría blanca, lo cual lleva a una superpoblación y unos alquileres artificialmente altos en el South Side, de mayoría negra. El sr. Dalton se ve, sin embargo, como un benévolo filántropo, puesto que dona dinero a escuelas de negros y ofrece trabajo a los jóvenes negros como Bigger. El sr. Dalton practica su simbólica filantropía para aliviar su culpa por explotar a los negros.

Mary, la hija del sr. Dalton, atemoriza y enfada a Bigger al ignorar los tabúes sociales que gobiernan las relaciones entre las mujeres blancas y los hombres negros. En su primer día de trabajo, Bigger lleva en coche a Mary para encontrarse con Jan, su novio comunista. Deseoso de demostrar sus ideales progresistas y la tolerancia racial, Mary y Jan obligan a Bigger a llevarlos a un restaurante del South Side. A pesar del embarazo inicial de Bigger, piden bebidas y con el paso de los minutos, los tres se emborrachan. Bigger los lleva en coche por la ciudad. De vuelta a casa, Mary está demasiado borracha para subir sola a su habitación, por lo que Bigger le ayuda a subir las escaleras. Borracho y excitado por su inesperado proximidad a una joven blanca, Bigger comienza a besar a Mary. Justo cuando Bigger pone a Mary en la cama, la madre ciega de Mary entra en la habitación. Aunque no puede ver, su presencia fantasmagórica asusta a Bigger, que teme que Mary pueda revelar su presencia. Así pues, le cubre la cara con una almohada y la asfixia accidentalmente hasta matarla. Sin saber que Mary ha sido asesinada, la sra. Dalton vuelve a su habitación. Bigger intenta ocultar su crimen quemando el cuerpo de Mary en la caldera de los Dalton. Decide intentar servirse del prejuicio de los Dalton contra los comunistas para implicar a Jan en la desaparición de Mary. Bigger cree que los Dalton asumirán que Jan es peligroso y que pudo haber secuestrado a su hija por razones políticas. Bigger trata de eludir la sospecha jugando el papel de un siervo negro tímido e ignorante que sería incapaz de cometer tal acto.

La novia de Bigger, Bessie, hace un comentario de pasada que le da a Bigger la idea de pedir un rescate a los Dalton. Bigger escribe una carta haciendo uso del odio que los Dalton sienten por los comunistas y la firma con el nombre de ”Rojo”. También obliga a Bessie a tomar parte en el plan, pero entonces encuentran los huesos de Mary en la caldera, y Bigger se ve obligado a huir y refugiarse con Bessie en un edificio abandonado. Bigger viola a Bessie y, temiendo que ella pueda dejarlo, la golpea con un ladrillo, después de que se ha quedado dormida, hasta matarla.

Tras una persecución asfixiante, Bigger es capturado. La opinión pública determina su culpabilidad y castigo antes siquiera de que empiece el juicio. El furioso populacho da por sentado que violó a Mary antes de matarla y quemó su cuerpo para esconder la evidencia de la violación. Además, las autoridades y el pueblo blanco utilizan el crimen de Bigger como una excusa para aterrorizar a todo el South Side. Jan visita a Bigger en la cárcel y le dice que entiende cómo asustó, enfadó y hasta avergonzó a Bigger mediante su violación de los tabúes que rigen las tensas relaciones sociales. Jan encomienda a su amigo Boris A. Max la defensa gratuita de Bigger. Él y su abogado hablan a Bigger como un ser humano, y Bigger comienza a ver a los blancos como individuos y a sí mismo como su igual.

Max trata de salvar a Bigger de la pena de muerte, alegando que aunque su cliente es responsable de su crimen, es esencial reconocer que es un producto del medio en que vive. Parte de la culpa de los crímenes de Bigger pertenece a la existencia temerosa y desesperada que ha vivido desde que nació en una sociedad racista. Max advierte que habrá más hombres como Bigger si América no pone fin al círculo vicioso de odio y venganza. A pesar de los argumentos de Max, Bigger is condenado la pena de muerte, que afronta con dignidad. Logra que su noticia sea conocida, lo cual los eleva, tanto a él como a su historia, a un tono verdaderamente trágico. En una descorazonadora conclusión, Bigger entiende que su vida ha sido malgastada. También llega a aceptar el hecho de que hay más hombres como él, y que el sistema seguirá produciendo hombres jóvenes que jamás alcanzarán su máximo potencial, pues la sociedad no los ve sino como una carga desechable.

Aunque Bigger no es en modo alguno un héroe tradicional, Wright obliga al lector a introducirse en la mente de Bigger y entender los efectos devastadores de las codiciones sociales en las que se ha criado. Bigger no nació como un criminal violento. Es un “hijo nativo”, un producto de la cultura americana y la violencia y el racismo que la invade.

Hijo nativo aborda temas de enorme interés. En primer lugar, podemos señalar la relación entre la ceguera y la arrogancia, que se entretejen del mismo modo que las historias del Edipo Rey, de Sófocles. El increíble orgullo y la indignación de Bigger a menudo le ciegan, le impiden ver la realidad; del mismo modo que la riqueza y la complacencia se manifiestan en la ceguera física de la sra. Dalton. Tanto los ciegos Dalton como la ciega y enojada muchedumbre de la sala de juicios sirven como ejemplos del racismo americano. Del mismo modo que Bigger es ciego a su potencial, la América blanca es ciegamente inconsciente de los sufrimientos del racismo y la pobreza.

Otro tema esencial es la identidad, que es desarrollado en el Libro Tres principalmente en las escenas en que Bigger se prepara para afrontar su muerte en la silla eléctrica. En estos momentos finales Bigger debe luchar para reconciliarse con lo que ha hecho y con la persona en que se ha convertido. En este sentido, la crisis de identidad de Bigger es sobre todo una lucha para separar sus propias impresiones de las proyecciones de la sociedad racista que lo rodea. Además, tras su rechazo de la religión, Bigger tiene la carga existencial de buscar el significado de la vida sin el tradicional apoyo ofrecido por la Iglesia u otras estructuras sociales.

Otro tema, quizá menos importante, que hallamos en la novela es el de la locura, desarrollado en los Libros Dos y Tres. Después de que Bigger mata a Mary Dalton, su mente se dispara y, a la vez que su enojo atizado por su ego, también teme que está perdiendo el control de su mente. Mientras huye de las autoridades, tiene la esperanza de que poder estar huyendo de su locura, de su falta de control sobre su vida. Cuando mata a Bessie, también tiene la falsa esperanza de que esta acción remplace el asesinato accidental de Mary, puesto que es intencionado; y espera que este aspecto “intencionado” del acto lo devuelva al control de su mente. Sin embargo, el segundo asesinato no hace si acrecentar la locura que ya lo domina.

En estrecha relación con el tema de la locura, nos encontramos el de la huida psicológica, que aparece a lo largo de toda la obra. Muchas de las ideas morales y políticas de Wright, derivadas de su ideología comunista, no lograron jamás la aceptación común entre sus lectores mayoritariamente norteamericanos. Mientras Wright traza distinciones superficiales entre Bessie y Ma, la madre de Bigger, su filosofía reduce tanto el alcoholismo de Bessie como la ardiente religión de Ma a “huidas” de la realidad.

Hijo nativo es un libro cruel, cautivador e inolvidable. A mi juicio es, además, imprescindible para comprender la realidad norteamericana y para desentrañar la intangible complejidad del ser humano, de sus miserias y grandezas, sus vicios y sentimientos. Junto a El hombre invisible, que también reseñamos aquí, la grandiosa novela de Richard Wright supone una contribución singular al vano intento humano de racionalizar la complejidad de la lucha por la igualdad racial que, por desgracia, no ha terminado aún en nuestros días. Por todo ello, recomiendo encarecidamente la lectura de esta novela. 

Richard Wright alcanzó la fama como escritor gracias a Hijo nativo, su primera novela. Aunque escribió muchas otras obras, tanto de ficción como de no ficción, a su muerte en 1960 gran parte de sus obituarios se refirieron a él como el autor de esta única novela.

A.G.

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