Presentación

La pintura de la voz (palabras con que el filósofo y escritor francés François-Marie Arouet, más conocido como Voltaire, calificó el arte de la escritura) nace con la pretensión de ser un lugar de intercambio de opiniones sobre literatura.
Cuando el tiempo me lo permita, iré publicando noticias interesantes del mundo literario, comentarios de libros que he leído recientemente, de mis obras favoritas, etc
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domingo, 30 de octubre de 2016

Lecturas recientes: La senda del perdedor


La senda del perdedor (1982)
Charles Bukowski

Ambientada en los años cuarenta del siglo XX, la cuarta novela de mi escritor maldito favorito es una obra maestra de formación que cuenta los primeros veinte años de la vida de Henry Chinaski, el inmigrante alemán alter ego del autor. Primero en Alemania y luego en Los Ángeles de la Gran Depresión, vemos a Henry crecer desde su años de infancia y adolescencia hasta convertirse en un joven universitario.

Una de las primera cosas que cuenta Henry Chinaski es que su padre le pegaba con frecuencia y que su madre nunca hizo nada para impedirlo. De hecho ella es también una víctima de la brutalidad de su marido. Henry afirma que cuando miraba a su padre, sus manos, su cara y sus cejas, sabía que ese hombre no tenía nada que ver con él. Era un extraño y puesto que su madre era como si no existiera, se sentía condenado.

A las frecuentes palizas de su padre, hay que añadir otros problemas que Henry tuvo que afrontar con frecuencia, como la pobreza o el acoso de sus compañeros, sin olvidar el horrible acné de su adolescencia que lo conduce a un lacerante ostracismo social. Como consecuencia de todo esto, Henry creció como un marginado, un ser siempre enfadado. Tenía pocos amigos en el colegio y pasaba la mayor parte de su tiempo leyendo obras de D.H. Lawrence en la biblioteca pública de Los Ángeles. También buscó la soledad en la escritura, pero sus historias fueron a menudo rechazadas por los demás por ser demasiado iracundas. En cierta ocasión su padre descubrió unos escritos suyos y los tiró a la basura debido a su contenido inapropiado.

Durante su adolescencia, Henry no es atlético, pero quiere serlo y se esfuerza por mejorar. El fútbol le resulta difícil, pero disfruta de la violencia que emana. El único deporte en el que logra progresar es el béisbol. A medida que Henry avanza de curso, su interés se centra, no sólo en el deporte, sino sobre todo en la violencia y las chicas. Más tarde, en la escuela secundaria, descubrirá los placeres del alcohol y la masturbación.

Sus padres impiden a Henry relacionarse con los otros chicos del barrio. Creen que son pobres y están por debajo de él. Sin embargo, Henry rompe con ello en cierto modo y consigue al final hacer amigos, aunque siempre acaba apartándose de ellos. De hecho, cuando ya ha hecho algunos amigos en el barrio y ha empezado en encajar, su padre le obliga a trasladarse a Chelsea High, una escuela a la que asisten tradicionalmente hijos de familias ricas. Allí Henry vuelve a sentirse un marginado. Consigue aún menos integrarse con los chicos adinerados y consentidos que conducen jactanciosos descapotables de colores llamativos, acompañados de sus guapas novias. Para empeorar aún más las cosas, es en esta época cuando Chinaski desarrolla el horroroso acné que le obliga a someterse a tratamientos médicos dolorosos y totalmente ineficaces.

Después del instituto, su padre lo manda a la universidad tan sólo porque la matrícula es gratis, los libros de segunda mano son baratos y tener un hijo allí es más aceptable que tener a un hijo sin trabajo. Siguiendo el consejo de un amigo, Henry se matricula en periodismo en la credencia de que será fácil. Sin embargo, vende sus libros, compra alcohol y cae en una rutina de bebida. Más tarde comienza a hacer dinero en las apuestas y escribiendo trabajos para otros estudiantes. Se prepara para una vida en los barrios bajos una vez que abandone la universidad.

Henry se gradúa y comienza a trabajar en unos grandes almacenes. Tras una semana en el trabajo, Henry es despedido por golpear a un cliente de clase alta que lo había atormentado durante sus años en el colegio.

Al final de la novela, Henry se encuentra con un tal Becker, un ex compañero de colegio y escritor de talento que está en los Marines. Ambos están echando un trago cuando oyen la noticia de que Pearl Harbor ha sido bombardeado. Becker se va a la guerra, combate en La Segunda Guerra Mundial, donde morirá ametrallado, mientras Henry entra en unos recreativos donde pierde dos partidas de boxeo contra un chico mejicano.

Escrita en primera persona, La senda del perdedor es un relato honesto de la dolorosa infancia, llena de incertidumbre y soledad, de un niño apartado de sus semejantes. Henry Chinaski sufre una adolescencia difícil y violenta. Crece como un antihéroe misántropo y evoluciona hasta convertirse en un sarcástico lobo solitario. Sin embargo, Henry jamás cae en la autocompasión, pues para él cada tormento es una fuente de revelación y fuerza.

Henry Chinaski es también algo misántropo, debido a su obsesión por la forma femenina; obsesión que comparte con el alcohol, del que dice después de experimentar su primera borrachera que iba a ayudarle durante mucho tiempo. Pero su relación con el alcohol conduce a un comportamiento progresivamente más sórdido y violento.

Nos encontramos ante una historia conmovedora en la que Bukowski disciplina su escritura muscular y concentrada. Su prosa es de nuevo directa, pero poderosa; su dicción es tosca, pero fascinante. Bukowski crea una novela que destila su poesía y que algunos consideran la mejor pieza en prosa de larga duración que jamás escribió.

La novela también nos permite saber quiénes influyeron a Bukowski durante la escuela secundaria: D.H. Lawrence, Huxley, Dos Passos, Hemingway, Sherwood Anderson y Sinclair Lewis.

Bukowski escribe La senda del perdedor, su cuarta novela, después de haber encontrado el éxito como escritor y trasladarse de East Hollywood a la villa portuaria de San Pedro. También había comenzado ya su relación con Linda Lee Beighle, con quien se casaría más tarde. Permanecerían juntos hasta la muerte del escritor en 1994.

El título (Ham on Rye) puede ser un juego a partir de la novela El guardián entre el centeno (The Catcher in the Rye), de J.D. Salinger, una de las novelas de formación más notables de la literatura norteamericana, que hemos comentado en este blog. Existen otras teorías acerca del origen del título de la novela, pero veo innecesario extenderme en este asunto.

La senda del perdedor es un libro trágico, emotivo e impactante. Una novela divertida y fascinante que no deja indiferente.

A.G.

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