El autobús perdido (1947)
John Steinbeck
El autobús perdido narra el accidentado viaje de un desastrado autobús rural entre las poblaciones de Rebel Corners y San Juan de
.
Durante el trayecto hacia San Juan de
.
Entre líneas, mediante las conversaciones entre los personajes y, sobre todo, a través de las sutiles referencias combinadas con silencios cómplices, subyace en la obra una corriente pasional soterrada que se pone de manifiesto en las tensiones que surgen entre los personajes. En este sentido, la novela carece prácticamente de argumento. De hecho, toda la trama se impulsa en el comportamiento de unos personajes condenados a relacionarse pese a sus diferencias insalvables. Esta red de relaciones que se establecen entre los personajes (conflictos, luchas, acuerdos…) reproducen a pequeña escala la sociedad americana de mediados de los años cuarenta. Una sociedad que lucha por recuperar la cordura tras los duros años de
.
Juan Chicoy es el protagonista indiscutible de la novela. Es un mejicano bastante americanizado que ansía un cambio en su vida y, quizá, un regreso a su tierra natal. El principal obstáculo para conseguirlo es su compañera, Alice, una mujer madura que se debate en las dudas sobre si ella sigue aún resultando atractiva a ojos de Juan y que, ante tal circunstancia, ha caído en una profunda depresión y en el alcohol; una perdedora nata.
La novela está plagada de personajes curiosos, como “Pimples”, el joven ayudante de mecánica al que martiriza un serio problema de acné hasta el punto de impedir su relación con las mujeres; la mencionada Norma, cuya vida languidece detrás de la barra, sin ser capaz de dar el paso adelante que la libere de esa vida monótona a la que está anclada; Camilla, una atractiva mujer que de inmediato atrae la atención de todos los hombres, cuyo máximo anhelo es empezar una vida nueva lejos del que parece intuirse como un pasado insatisfactorio. Además están Ernest Horton, Pritchard, su esposa Bernice y su hija Mildred, etc. Una amalgama de personajes que ayudan a componer un vívido cuadro de la sociedad del momento, una realidad preñada de hipocresía y desprecio, detrás de lo cuales asoman la cabeza a duras penas la ternura o el cariño. Una realidad opresora que encuentra su máximo exponente en la mismísima imagen del autobús perdido en medio de la nada, cerrado a cal y canto, opresor y alienante.
El autobús perdido es en un magistral retrato de personajes cuyo valor se halla más que en el desarrollo de una trama emocionante o, tan siquiera, atractiva, en el hecho de que se trata de un acertado y profundo estudio sobre los problemas atemporales de la humanidad: el amor, la familia, el sexo, las ambiciones y las frustraciones. Un viaje metafórico, muy similar al que se ilustra en Las uvas de la ira, hacia la misma esencia de la sociedad estadounidense y de lo que no pasó de ser el fracasado sueño americano para millones de personas.
.
A.G.
No hay comentarios:
Publicar un comentario