Una habitación con vistas (1908)
E.M. Forster
Ésta es la historia de una joven que despierta al mundo y que termina por asumir sus propios anhelos más íntimos, una vez que logra percibir hasta qué punto ha sido engañada por ella misma y la encorsetada sociedad en que vive.
El argumento es muy sencillo: Lucy Honeychurch y su prima Charlotte Bartlett pasan unas vacaciones en Florencia, una ciudad aún libre del azote inclemente del turismo, aunque sí integrada en el “grand tour” de los viajeros europeos. Las jóvenes son alojadas en unos cuartos interiores de la pensión Bertolini (una manfiesta representación de la cerrazón de la clase media inglesa, su opresión y estrictos convencionalismos sociales). Pero los extravagantes Emerson, padre e hijo, ofrecen a Lucy y Charlotte sus habitaciones con vistas al río Arno. Durante su estancia en Florencia, Lucy se enamora de George. Charlotte, sin embargo, impide que el romance prospere. Lucy regresa a Inglaterra, donde se promete a un hombre llamado Cecil Vyse, tras haberse convencido a sí misma de que éste es el hombre que realmente le conviene. Pero la llegada de George a la campiña inglesa provoca una catarsis en Lucy.
La ciudad de Florencia juega un papel fundamental en la novela, pues ejerce un influjo significativo en Lucy. En efecto, Lucy comienza a sentir en su interior una perturbación con la simple observación de las estatuas de la Piazza della Signoria. Despierta en su interior un sentimiento de violencia que le hace rebelarse contra los encorsetamientos propios de la educación que ha recibido. Este sentimiento choca frontalmente con la opinión de una familia como la suya que pertenece a la buena sociedad inglesa. Este choque inicia en Lucy una transformación que la lleva a experimentar un inequívoco proceso de maduración, a medida que se obliga a sí misma a superar el obstáculo de las convenciones sociales y tomar sus propias decisiones.
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Una habitación con vistas representa a la perfección la buena literatura inglesa del siglo XX, que abunda en descripciones y, lo que es más importante, crítica con agudeza la rígida Inglaterra victoriana.
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La novela de E.M. Forster fue llevada al cine por James Ivory, quien se aprovechó del éxito de la adaptación de Pasaje a la India, realizada por David en 1984. Helena Boham Carter interpreta a Lucy Honeychurch, Maggie Smith a su prima Charlotte Bartlett, y el intermitente Daniel Day-Lewis a Cecil.
A.G.
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